18 Oct, 2017 | Después de un triunfo categórico en las elecciones de la Asamblea Nacional el 2015, comenzó la búsqueda obsesiva por salir de Maduro, sin estar establecido constitucionalmente; cruentas protestas, guerra económica inducida, paralización de muchas empresas; invocando un revocatorio que los lapsos no les daban, tampoco renovaron sus partidos en el tiempo establecido para poder ir a las elecciones de gobernadores cuando correspondía legalmente, en diciembre de 2016; se negaron a participar en el proceso constituyente manifestando la ilegalidad de la convocatoria; pero después que se vieron contra la pared renovaron sus organizaciones políticas para finalmente ir este 15 de octubre a la elección de gobernadores, descalificándose unos con otros, lo que sus seguidores también rechazaron; y se olvidaron del cuento de "allí viene el lobo; allí viene el lobo".

Efectivamente, los partidarios de la oposición se cansaron de escuchar: en tres meses salimos de Maduro, luego en seis meses, después este año; agotando a los ciudadanos en reiteradas protestas, y al final decidieron apegarse a la ley e ir a las elecciones, a lo que su gente respondió como el cuento del lobo, después de decir que venía tantas veces y se comería a Maduro y tal situación no ocurrió, muchos decidieron no ir a votar y que se frieran en su aceite. Y finalmente quien llegó fue el lobo Nicolás y se los comió.

Lo que consiguieron con el cuento del "lobo" fue fortalecer el proceso revolucionario y reivindicar el Gobierno de Nicolás Maduro, quien toma un segundo aliento y se debería llamar lo más pronto posible a elecciones de legisladores y alcaldes para aprovechar ese impulso y fortaleza conseguido en este proceso; nada menos que 18 gobernaciones por el buche, que son una clara demostración de dónde está la mayoría.

En Nueva Esparta lamentablemente se entregó la Gobernación a una persona que ha dejado mucho que desear del municipio donde fue alcalde, pero así es la democracia, el pueblo mayoritariamente lo eligió y todos debemos respetar esa voluntad. Ahora bien, es oportuno y urgente realizar un análisis de los errores y fallas cometidas para perder la Gobernación y efectuar los ajustes correspondientes para seguir avanzando y no quedarnos trancados echándonos la culpa unos con otros; todo lo contrario, debemos hacer catarsis, corregir los entuertos, volar las cabezas que haya que volar si ese es el caso, montarnos en darle la mayor suma de felicidad a nuestra gente y fortalecer los equipos y la maquinaria en general.