9 Oct, 2017 | En el capítulo 2, denominado "Los guaiqueríes prehispánicos" se infiere la llegada a la isla de Margarita de los posibles antepasados guaiqueríes en una quinta ocupación ubicada temporalmente entre 720 y 800 años atrás (Baños 1.200 a 1.280 d.C.) basándose para ello en la información arqueológica y lingüística de tierra firme.

Se analiza la filiación lingüística de la lengua guaiquerí; afirman que forma una gran familia de considerable distribución geográfica, no solo en Venezuela, sino también en las islas del mar Caribe y Suramérica (Colombia, Territorio Esequibo, Guyana, Surinam, Guayana Francesa, Brasil). Demuestran que el mayor número de lenguas pertenecientes a la agrupación se ubican en las Guyanas, se asegura que es allí su territorio de origen, del cual progresivamente se habían irradiado, alcanzando puntos distantes del país como en la isla de Margarita. Informan también los aspectos biológicos de la filiación etnia guaiquerí y concluyen que la genética de los pobladores margariteños actuales revela una proporción significativa de que su población criolla-mestiza tiene ascendencia indígena guaiquerí y que estos poseen una afiliación lingüística Caribe también reciben directa o indirectamente aportes genéticos de otras etnias. En el capítulo también muestra el territorio guaiquerí en la isla de Trinidad, los asentamientos guaiqueríes continentales en Cumaná y alrededores, los asientos guaiqueríes en la isla de Margarita.

En el capítulo 3 titulado "Etnografía prehispánica" se demuestra que los guaiqueríes continentales y los del estado Nueva Esparta desarrollaron una economía mixta de subsistencia, basada principalmente en la explotación de recursos, mobiliario, cestería, alfarería, ornamentos, mundo místico y organización social.

El capítulo 4 es un "Ensayo de síntesis de rasgos prehispánicos" en el cual se afirma que los rasgos culturales que caracterizan a los guaiqueríes prehispánicos eran: lengua choto maimur, idioma del conjunto norteño o costero de la familia lingüística Caribe, una economía basada en la agricultura, la pesca y cacería menor, aprovechando recursos del nororiente del país, una cerámica sencilla, en cuanto al acabado, forma y ornamento, una organización social, sin indicios de subalternidad, matrimonio preferiblemente entre primos cruzados y con residencia postmatrimonial matriloca.

Su historia distintiva plantea: presencia regional se remonta hacia el año 900 d.C. con transformaciones culturales y biológicas e interacción con otros grupos, se presume que su etnohistoria mítica destaca la importancia de cuevas y elevaciones montañosas, biológicamente se le define como población predominante Diego positiva portadora de los haplotipos A y B y en menor grado D y C, lo que apunta a mestizaje con otros grupos, que generó transformación y pérdida de rasgos característicos.