La Fundación Ciencia Joven seleccionó a decenas de escolares provenientes de todos los rincones de Chile / Foto: EFE

6 Sep, 2017 | Medio centenar de jóvenes científicos se adentraron hoy en las costas de la región norteña de Coquimbo, con el propósito de conocer más sobre la intervención del ser humano en los océanos, en el marco del IV Congreso Internacional de Áreas Marinas Protegidas (IMPAC4).

Experimentar, descubrir y reflexionar fueron algunas de las etapas que los adolescentes de entre 14 a 18 años del "Campamento Científico Nuestro Océano" debieron aprobar este martes, durante una navegación en el buque oceanográfico Cabo de Hornos de la Armada de Chile.

"No basta con hablar de ciencias. Es necesario involucrar a todos los actores que participan de la educación científica, para generar un cambio real que parta desde la sociedad, desde los más jóvenes", dijo a Efe el funcionario del departamento de Interior del Gobierno de Estados Unidos, Cristóbal Barros, quien colabora en la iniciativa.

En esta travesía, que se extendió por alrededor de tres horas, los escolares recibieron instrucciones de los marinos y expertos a cargo del Cabo de Hornos, construido en 2008 para la investigación oceanográfica e hidrográfica, que posee 74,1 metros de eslora, 15,6 de manga, 5,8 de calado y capacidad para 68 personas.

"Extrajimos de las aguas muestras de plancton para observar en los microscopios de qué manera se expresan los efectos nocivos del cambio climático en organismos vivos del ecosistema marino", explicó el director del Instituto Milenio de Oceanografía, Rubén Escribano, quien presidió la toma de evidencias.

A su juicio, acercar el mundo científico a los más chicos implica "abrir un mundo de posibilidades" a la innovación, el descubrimiento de tecnologías y nuevos desarrollos, en un país donde la ciencia "hace lo máximo, con el mínimo de recursos".

La Fundación Ciencia Joven seleccionó a decenas de escolares provenientes de todos los rincones de Chile, así como a una treintena de profesores, los que formarán parte de un abultado programa de actividades en torno a la exploración científica.

En esta agenda, figuran tareas como recorrer el borde costero para identificar soluciones ligadas a la pesca sustentable, el desarrollo inmobiliario, alternativas para los desechos plásticos, la sustentabilidad del turismo, entre otras.

De acuerdo a los organizadores, el IMPAC4 como escenario de fondo a este campamento "se pensó como una manera de apoyar la formación de la próxima generación de maestros y jóvenes líderes en ciencias y conservación", aseguró a Efe el director de la Fundación, Eduardo Guzmán.

El mayor congreso internacional de océanos reúne por estos días a más de un millar de expertos de 80 países, que abordarán la gestión de las AMP, zonas geográficamente delimitadas y resguardadas, que ascienden a 13.600 en todo el mundo.

La cita, encabezada por el Gobierno de Chile y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se llevará a cabo hasta el viernes en las ciudades de La Serena y Coquimbo, que sirven de hogar a innumerables especies de flora y fauna endémicas, como el pinguino de Humboldt, entre otras.

En el cierre, los cincuenta jóvenes del Campamento Científico Nuestro Océano presentarán proyectos e iniciativas propias para preservar los ecosistemas marinos y mitigar los efectos del cambio climático en las aguas, frente a los ojos de grandes eminencias en la materia.

Esta oportunidad "es única" para algunos como Emilio Oyarzo, de 15 años, quien desde su natal Punta Arenas espera poder viajar por todo Chile y el mundo de la mano de las ciencias, para así derribar el mito de que a los jóvenes "no les interesa su futuro".