30 Ago, 2017 | Mucho se ha hablado en materia educativa del término "innovar" o "innovaciones educativas"; relacionándolo con la tecnología, el auge de las redes sociales, blogs electrónicos y una serie de herramientas o recursos para el aprendizaje, que nos muestran una manera interactiva y dinámica, una nueva forma de llevar el proceso de enseñanza. Pero ¿qué es innovar? Este término nos hace referencia a introducir novedades o cosas nuevas. Un significado algo complejo, en el cual pareciera que nos hemos limitado a interpretar solo la parte tecnológica aplicable al campo educativo.

Ser innovador, nos insta no solo a estar a la vanguardia del uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (también llamadas TIC), sino para ser partícipes de la transformación de estrategias establecidas, además de la búsqueda de nuevas actividades que motiven a nuestros estudiantes a aprender, a salir de los modelos de repetición donde ellos mediante una forma mecánica, obtenían sus conocimientos y estos tenían una duración a corto plazo y no podían ser aplicados como aprendizajes para su vida futura.

La innovación educativa y pedagógica debe sustentarse en la sinergia de la teoría y la praxis no como simple mecanismo hacia la búsqueda del conocimiento, sino que tal simbiosis permita una permanente (de)construcción epistemológica y pragmática ante los retos que tenemos como docentes y estudiantes, tanto dentro como fuera del aula, es decir, cualquier espacio se puede convertir en un centro para el aprendizaje, en la medida que existan las condiciones necesarias para promover y desarrollar la creatividad, en un ambiente de constantes y permanentes debates, razonamientos y búsqueda de intelectos.

Las innovaciones educativas representan diversas construcciones pedagógicas que se pueden dar en el área de las ciencias naturales, ciencias sociales, formación para el trabajo, artes escénicas y, hasta en las disciplinas deportivas. Es por ello, que sea cual sea la herramienta o metodología que pueda emplearse en el campo de la asimilación del saber, lo importante es comprender que esa innovación será superflua si no está adecuadamente trabajada tanto por docentes como por estudiantes, razón por la cual, la clave del buen uso de las innovaciones, independientemente de su función, el centro de sus ventajas estarán condicionadas por las máximas de fundamentación racional que los estudiantes fortalezcan a partir de éstas en todas las etapas de su aprendizaje.

La idea de las innovaciones educativas, nos invita a que como docentes tengamos el empeño y compromiso de mejorar nuestra manera de potenciar las habilidades de los educandos, siempre hacia el encuentro constante de información. Como educadores debemos estar abiertos a los cambios que puedan surgir, no limitarnos en simples contenidos y actividades establecidas. Recordemos que vivimos en un mundo lleno de cambios, y que es necesario estimular la creatividad de nuestros estudiantes, para fomentar a su vez la práctica de los valores que lamentablemente, han ido decayendo y que son tan indispensables para fortalecer una sociedad.