20 Ago, 2017 | La meditación siempre te puede acompañar si tú se lo permites, solo que debes darte cuenta que está más cerca de ti que tu respiración. Y no te das cuenta porque andas en una muy mala compañía con tu mente atormentadora, y acuérdate que todo lo malo se pega, y has estado tanto tiempo con la mente que te consideras que eres mente, sin darte cuenta te has convertido en un pensamiento, en un conflicto, en una angustia, en un sufrimiento, todo a causa de esa mala compañía, que es la causal de que todo lo etiquetes, de tus peleas, de tus deseos y frustraciones, de que nunca puedas estar presente en este bello universo, porque ella solo existe en el pasado y en el futuro, convirtiendo tu futuro en una proyección del pasado, sin nada de creatividad siempre lo mismo, ¿es eso lo que quieres para tu vida?

Te invito a que conozcas a tu gran amiga, una amiga que te hará alejarte de esa mala compañía, y esa es la meditación.

¿Qué es la meditación? La meditación es una aventura, una aventura hacia lo desconocido, la mayor aventura que podemos acometer, y eso que es desconocido para nosotros es nuestro interior, es nuestro ser, es dios.

Y para emprender ese viaje no tiene que hacer nada, no tienes que preparar un equipaje, no tienes que planificar nada, no tienes que gastar fortunas, simplemente tienes que dejarte llevar por la vida, convertirte en un bambú hueco para que la vida fluya a través de ti, dejarte llevar por ese gran río que es la existencia sin nadar, solo flotar, y así llegar al océano de la eternidad.

Franz Kafka, el gran escritor, dijo en un poema algo que para mí resume todo lo dicho anteriormente.

No tienes que hacer nada, solo siéntate en tu mesa y escucha, ni siquiera hace falta que escuches, espera, ni siquiera hace falta que esperes, aprende a estar en silencio, quieto y en soledad, y el mundo se te ofrecerá para que lo desenmascares, no tiene alternativa, caerá en éxtasis a tus pies.

Medita.