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Algunas razones contra un mal ciudadano
Me pregunto, ¿alguien que no es capaz de indignarse ante un poderoso que amenaza a tu país, ¿cómo puede aspirar a ser gobernador? Se trata de no reaccionar con dignidad ante el poderoso empresario que va a ir a tu despacho de gobernante a ordenarte lo que te toca hacer. Se trata de eso, de ordenarte, de mandarte, de ofrecerte un cachetón si no obedeces. Y el tipo se la cala.
Pedro Salima | psalima36@gmail.com

18 Ago, 2017 | No se necesita ser de izquierda, ni progresista, ni antiimperialista para reaccionar dignamente ante el Presidente de una potencia extranjera que amenaza con una intervención militar en tu país. Podemos resumirlo en dignidad. Una reacción lógica, elemental, ante un señorón, con todos los reales del mundo, jefe de una potencia militar, catirote y bravucón, insolente y mal hablado, que amenaza con bombardear a tu país y dejarlo vuelto ñinga. ¿Qué va a decir el señor Alcalde? No, vale, eso es un peo con los chavistas.

Compadre, es que el señor Trump al momento de arrancar el bombardeo no va a llamar al tipo que dirige el lanzamiento de misiles desde una computadora y le va a decir: "Cuando vayas a lanzar misiles contra Nueva Esparta, no le den al Alcalde de Porlamar, ni a su mujer ni a sus hijos". Se puede ser indolente, como lo es; se puede ser un incapaz, como ha demostrado serlo; se puede ser un inculto, pues a fin de cuentas el propio Trump lo es; pero lo que no se puede ser es insensible ante lo que le pueda pasar a tu propia familia.

Me pregunto, ¿alguien que no es capaz de indignarse ante un poderoso que amenaza a tu país, ¿cómo puede aspirar a ser gobernador? Se trata de no reaccionar con dignidad ante el poderoso empresario que va a ir a tu despacho de gobernante a ordenarte lo que te toca hacer. Se trata de eso, de ordenarte, de mandarte, de ofrecerte un cachetón si no obedeces. Y el tipo se la cala.

Veamos el ejemplo: En su pequeña, pero rica ciudad, gobierna a favor de los comerciantes, se cuidan los intereses de los empresarios. Se pasa del Porlamar Ciudad Ateneo, como alguna vez se le conoció en el resto del país, a ser la Porlamar Ciudad Comercial, que es la Porlamar sucia, miserable, tomada por los bachaqueros e importadores, que a la final resultan lo mismo, desordenada porque cada quien coloca su tarantín para vender cachivaches con solo bajarse de la mula. Ciudad carnívora, como la llamó el poeta Ángel Félix Gómez. Ciudad tan miserable, tan vil, que su Alcaldía no guarda en ella un espacio para recordar a Omar Carreño, Vásquez Brito, los poetas Ángel Félix Gómez y Francisco Castillo, y es mejor callarse, no seguir mencionando gente de la cultura y la historia, porque uno termina reventándose de la indignación ante tanta miseria humana puesta de manifiesto por el ciudadano Alcalde.

Y si vamos a detalles más pequeños: trabajadores con sueldos míseros, trabajadores con bonos alimentarios incompletos, personas de la tercera edad que esperan su jubilación y son tratados como desechos humanos. Además, una ciudad llena de seres que deambulan en busca de algo que comer, y al Alcalde no le pare una idea para un programa social, pues lo suyo es servirle al importador, servirle al patrón.

Un mal ciudadano, un indigno margariteño, alguien que no es capaz de revisar la historia heroica de Margarita. ¿Quién demonios puede votar por alguien que hunde en la suciedad y la miseria a su ciudad?




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