17 Ago, 2017 | Te escribo desde Venezuela, un modesto país en extensión, pero grande de corazón. Un país Donald al cual tú subestimas, al que quieres agredir y, sabes, desde ya te digo, no cometas ese dislate. No quedará un solo miembro de tu generación y los que te sucedan que no condenen tu nombre por los siglos por venir. Donald, tu país destruyó Irak bajo el argumento de que tenía armas de destrucción masivas. Ello resultó ser toda una gran mentira. La plus verdad se encargó de crear una plus mentira.

Tu país destruyó Libia y tú quieres hacer lo mismo en Siria, Irán, Qatar. Ahora nos vienes con el cuento de que en Venezuela existe una dictadura, que nos salimos “del cauce” democrático, que en nuestro país existen células iraníes, del Hezbollah, que atentamos contra la soberanía de tu país. Te recuerdo Donalcito que cuando asumiste tu gobierno el pasado 20 de enero, casi que juraste poner fin a la política imperial de los golpes de estado y las invasiones, muy propias de la política expansionista de tu imperio. Sin embargo, ahora nos sales con esta, amenazar a un pueblo que nada te ha hecho. Si persistes, después no te quejes que te llamen fascista, xenófobo, racista, terrorista, militarista. No des la impresión que eres un aprendiz de presidente, eso te deja mal parado en la comunidad internacional.

Donald, sabemos que tu país no tiene amigos permanentes cuando si, intereses permanentes. Debo decirte estimado caballero, que Venezuela no es de tu interés, no queremos serlo. Los ataques sistemáticos de tus poderes fácticos Donald, pensados para causar un repliegue o retroceso de las fuerzas revolucionarias en América Latina y, concretamente en Venezuela, fracasaran. Podrás lastimarnos Donald, pero vencernos, jamás. Mientras tú nos amenazas, en Venezuela, los humildes continúan recibiendo sus casas construidas por el Gobierno Bolivariano. Mientras tú conspiras, millones de personas son atendidas gratuitamente en los hospitales y los CDI. Millones de pensionados reciben los beneficios de la seguridad social. Millones de estudiantes van a sus colegios y universidades. Millones continúan participando en las elecciones Donald, señal inequívoca que vivimos en democracia, claro, no una democracia como la tuya que, te eligió presidente no obstante haber perdido las elecciones por más de dos millones de votos.

Me informan Donald, que estás entrenando a tu águila imperial para que cometa la rapacería de robar nuestras riquezas energéticas, minerales, forestales, hídricas. No pierdas tu tiempo Donald, ni tu águila ni tus cañones nos harán retroceder. Si en Viet Nan te derrotaron los hombres de arroz y bambú, aquí te harían morder el polvo de la derrota hombres de maíz y casabe.

Donald, si tus amenazas son para anular la sociedad y modelo de país que construimos, déjame decirte que nuestro devenir se proyecta hacia el futuro de manera indetenible e inclaudicable. Donald, el pueblo de Venezuela no te odia, no albergamos ese tipo de sentimientos. Al decir del boliviano García Linera, déjanos vivir en paz, déjanos disfrutar de esta época virtuosa de América Latina. Donald, al despedirme de ti, lo hago mirándote fijamente, pensando en tu familia a la que seguro quieres lo mejor para ella. Yo deseo lo mejor para mi pueblo. Tu guerra y tus odios, seguro no lo son.

Reencuéntrate con tu Dios Donald, pide perdón por tus pecados. Trata de dormir en paz. Seamos amigos vale, compartamos este planeta y este cielo azul. See you later Donald.