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24 de abril de 2024





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Contra la guerra…
Hoy Venezuela está en una encrucijada como producto de esta grave amenaza, la cual significa la barbarie, en perfecta contradicción con el plan de paz, presente tanto con Maduro como con Chávez, quienes merecen el premio Nobel.
Mireya Mata | mireyamatanota@gmail.com

16 Ago, 2017 | Votos. Un mil 276 candidatos, de gobierno y oposición se inscribieron para las elecciones regionales previstas el próximo mes de octubre. Es el 22º proceso electoral que se realiza en nuestro país, en 18 años de la revolución bolivariana. Extraña dictadura.

Con la salida de más de ocho millones de personas a votar por la Constituyente, a pesar del saboteo y amenazas, respondió este pueblo heroico a los actos terroristas, a los cuales fue sometido el país con el resultado de más de 100 muertos, miles de heridos y destrucción en varios meses de horror. Triste e inútil resultado.

Ahora deciden ir a elecciones, como si no han roto un plato. Los responsables deben pagar. Es justicia. Para colmo, el propio presidente de EUA, Donald Trump, nos amenaza con una intervención militar. ¡Vaya descaro! Justamente lo que buscaba la oposición al llenar de violencia y caos al país. La unión cívico-militar, la paciencia de este pueblo y la conducción de Nicolás Maduro, siempre en la búsqueda de la paz, lo han impedido.

Hoy Venezuela está en una encrucijada como producto de esta grave amenaza, la cual significa la barbarie, en perfecta contradicción con el plan de paz, presente tanto con Maduro como con Chávez, quienes merecen el premio Nobel.

Ahora estamos amenazados y muy seriamente por el Imperio, en continuado y complicidad interna, porque desde hace algún tiempo promueve la intervención un grupo de venezolanos de oposición, quienes ya deberían haber perdido la nacionalidad.

Es una vergüenza que mientras de otras latitudes rechazan la amenaza de intervención militar, algunos nuestros la estimulan y solicitan.

Somos conscientes del peligro, pero estamos determinados a defendernos a cualquier costo. Dios no lo permita porque nos afectaría a todos, los que no hemos vivido una guerra propiamente dicha de bombardeos y balas. Esperemos que se imponga la sensatez y el presidente Trump abandone la idea de atacar, porque las consecuencias serían funestas para toda la región.




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