Los transportistas de Nueva Esparta, buscan alternativas ante la escasez y altos precios de repuestos que afectan la flota del servicio colectivo. / Foto: SOPHIA HERNÁNDEZ@sophiahernandezg

26 Jun, 2017 | La flota del transporte público de Margarita, cada vez se hace más débil ya que muchas unidades se encuentran desincorporadas desde hace mucho tiempo, debido a la carestía y escasez de los repuestos e insumos para el mantenimiento.

José Luis Isase, presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Transporte de Nueva Esparta (Suttene), confirmó que un alto porcentaje de las unidades para el transporte colectivo, especialmente los autobuses, se encuentra fuera de servicio porque sus propietarios no cuentan con los recursos para reflotarlas.

Algunos han tenido que empeñarse con préstamos personales con altos intereses, para poder recuperar sus vehículos que, son la fuente del sustento personal y familiar.

"Hemos aprendido que siempre habrá alguien del gobierno que quiere aportar una solución. Por eso siempre tenemos la esperanza de diálogo, pero también vemos como ministros van y ministros vienen, todos dicen que garantizarán las buenas relaciones y los insumos. El ministro Molina aseguró que surtiría la proveeduría y nada que lo hizo, por eso ahora está en cero, precisamente porque dependemos del Gobierno nacional", acotó el presidente de la confraternidad del transporte insular.

El dirigente gremial consideró un abuso, que cada ministro al llegar al cargo, pida confianza para establecer los planes, pero se van y no hacen nada, tal como se evidencia en los actuales momentos, cuando a su parecer, se encuentran más desasistidos que nunca.

Isase advirtió que el sector transporte está muriendo, ya que cada vez hay menos gente dispuesta a trabajar debido a la imposibilidad de establecer tarifas que les proporcionen más ganancias que pérdidas, los trabajadores del volante prefieren vender sus unidades vehiculares, reduciendo aún más la escuálida flota con la que actualmente cuentan para garantizar el servicio.

Calculó que por lo menos, tres o cuatro autobuses están siendo vendidos en cada una de las cooperativas que conforman el sindicato, porque el transporte ya no es un trabajo rentable.

Blancos de ataques

Igualmente resaltó que debido a la difícil situación económica, que no permite el mantenimiento de las unidades, los transportistas se quejan que ahora se han convertido en blanco de ataque de los pasajeros, y por tanto sus riesgos son cada vez mayores.

Como si fuera poco, además de los insultos de los usuarios, siguen siendo víctimas frecuentes de la delincuencia, sin que el Ejecutivo regional y los organismos de resguardo, hagan algo por garantizarles la seguridad durante las jornadas de prestación de servicios.

Admite que en ocasiones los cuerpos policiales aplican algunas acciones en las vías, pero son muy esporádicas ya que solamente las realizan cuando suceden hechos lamentables, pero más allá de generar cierta sensación de seguridad, produce largas colas en las carreteras principales que terminan perjudicando a los mismos trabajadores del volante, teniendo que pasar largos ratos sin poder avanzar.

Recordó que no son solamente los transportistas son los afectados por la delincuencia desbordada, sino también todos los usuarios, quienes ven expuestas sus vidas durante los constantes asaltos de los que son víctimas.

Indicó que recientemente, los conductores de la línea Las Mercedes, que cubre las rutas entre las poblaciones del municipio Tubores y Porlamar, realizaron una protesta en virtud de que solamente en la mañana de un sábado, seis unidades fueron atracadas.

El presidente del Suttene apuntó que entre el coctel mortal de la delincuencia y la falta de controles en las carreteras, transcurre la jornada de los trabajadores del volante.