26 Jun, 2017 | El pasado domingo, con mucha alegría, y sobre todo con mucho amor, celebramos el Día del Padre y quiero aprovechar estas líneas para enviarles un fuerte abrazo a todos los hombres luchadores de Venezuela, a aquellos que de verdad, con devoción, dedican sus vidas a sus familias y trabajan duro para crear futuros bellos para sus hijos.

Muy especialmente quiero felicitar a mi padre Cosme Rivas, un hombre sin igual, con valores firmes e innegociables. Una de las enseñanzas más importantes de mi padre fue escuchar siempre a los que vienen con críticas constructivas. A querer a esas personas que nos ayudan a crecer con sus orientaciones sobre lo que hacemos mal. Me enseñó a no escuchar a aquel que te dice que eres lo mejor. A ganarme con trabajo cada cosa y a rechazar lo que no es producto del esfuerzo propio. Me enseñó a combatir las injusticias, a proteger al más débil. A compartir y ser desprendido, a no tenerle amor al dinero. Me crió a su manera. Me siento feliz y orgulloso de mi padre y de todo lo que me enseñó. Ahora trato de trasmitirles a mis hijos lo me inculcó. Te amo papá.

Muchas veces estamos tan concentrados en el día a día que no reconocemos la necesidad de transmitirles a nuestros hijos estos aprendizajes, de expresarles nuestro amor, admiración y respeto. De dedicarles aunque sea un tiempo para enseñarles con el ejemplo. Debemos hacerlo siempre. Eso determinará quiénes serán en el futuro.

A nuestra patria hoy le urgen hombres y mujeres de bien, comprometidos con la paz, el desarrollo y bienestar de todos los venezolanos. Es nuestra responsabilidad formarlos y acompañarlos por ese camino como padres, amigos y los mejores consejeros. No los dejemos solos. Su educación, el reconocimiento y adopción de los valores fundamentales como forma de vida comienzan en casa.

Nuestro país está atravesando momentos difíciles en muchos sentidos y necesitamos que nuestros jóvenes estén centrados, que tengan claridad y sepan bien cuál es la ruta que deben tomar para tener un mejor futuro. Son muchos los planes de inclusión, formación y sano esparcimiento que se están promoviendo desde el Gobierno en los diferentes estados y comunidades del país, aprovechémoslos. Mantenerlos ocupados en actividades que contribuyan con su crecimiento personal y profesional los alejarán de cualquier vicio y los acercarán a lo que queremos: la paz.

Sigamos labrando juntos una mejor Venezuela para nuestros hijos. Formémoslos como los mejores seres humanos y profesionales. Seamos los mejores padres. Un abrazo