18 Jun, 2017 | Van poco más de cuatro años buscando al dólar paralelo para pulverizarlo y nadie ha podido encontrarlo, desde que el presidente Nicolás Maduro realizó una consigna en marzo de 2013; en ese entonces expresaba de manera contundente lo siguiente: "…ese perverso dólar nosotros lo vamos a pulverizar… nosotros lo vamos a someter, le vamos a torcer el brazo al dólar paralelo, vamos con todo…”. Seguido a estas declaraciones, el embajador ante las Naciones Unidas, Rafael Ramírez, afirmo que el control de cambio se iba a mantener porque defiende las reservas internacionales y de esta manera ahora sí vamos a pulverizar el dólar paralelo; pero esto no tuvo ningún tipo de resultados.

Ahora le está tocando el turno al bate al ministro de Economía y Finanzas, Ramón Lobo, quien afirmó recientemente que con el nuevo sistema implementado del Dicom, si se va a derrotar definitivamente el dólar guarimbero. En Ramón Lobo y su equipo están puestas las esperanzas de muchos venezolanos que apostamos al país, y que estamos seguros de que este dólar guarimbero es parte de un ataque sistemático que se le está aplicando actualmente a la economía venezolana, afectando directamente al bolsillo de las familias venezolanas. Pero el mismo sigue subiendo y subiendo, sin que hasta ahora alguien en la “Venezuela Potencia” del comandante eterno Hugo Chávez y de Nicolás Maduro hayan podido tal vez doblarle el brazo, o al menos pulverizarlo y menos aún, eliminarlo.

El no poder eliminarlo crea un efecto subyacente en la psicología de la población, generando estadios de ingobernabilidad económica e indefensión, plenamente acordes al trasfondo político detrás de la guerra económica, ya que debido a estas altas cotizaciones del dólar se alimenta la inflación y, como consecuencia, se agita más el escenario de calle que se cierne en nuestro país.

Pero mientras que operadores de Gobierno y oposición se centran en la diatriba que se cierne sobre el poder político y que tiene la calle como principal escenario, a la sombra o a unos pasos atrás encontramos a actores económicos buscando sofocar las llamas que genera el aumento constante del dólar en el mercado negro, que a esta hora se ubica por encima de los Bs 8.000 por dólar.

Consideremos que la verdad nos asiste al exponer decenas de razones para afirmar que pese al nuevo sistema implementado del Dicom, los precios seguirán hacia arriba porque no todos los sectores que manejan la producción de bienes y servicios podrán tener acceso a este tipo de subastas y entonces deberán adquirir sus divisas por fuera en el llamado mercado negro, que se ha transformado actualmente el medidor de la escasez de divisas por los canales regulares.