26 May, 2017 | Como no recordar a mis viejos maestros, es posibles que desconozca del fallecimiento de algunos de ellos. Estudie en el Grupo Escolar República de Haití, en la ciudad de Carúpano, parte de mi primaria. Fueron en esos años donde incursione en la irreverencia hacia lo que no estaba bien, participaba en las luchas de mis maestros y directivos para las mejoras o reparaciones que requerían el plantel. A cada triunfo dejado por lucha, mi sentido de pertenencia hacia las batallas reivindicativas se hacía más fuerte. Quedaba una satisfacción del deber cumplido y el compromiso de seguir luchando por las injusticias sociales y estudiantiles que se registraban para ese entonces. Mi padre, nunca reprochó en mí la determinación de lucha, al contrario apoyo mis ideas alertándome que me había decidido caminar por un sendero bien difícil y susceptible por la presión de grandes intereses nacionales y supranacionales. Mi padre me decía, lo importante es que te cuides de manipulaciones, debes entender que la preparación intelectual representa la mejor de tus armas. Quien opina de algo debe conocer con claridad a lo que hace referencia, si no lo hace corre con el riesgo de convertirse en un demagogo o bufón político.
Significa, que tuve mis maestros formales, pero también el privilegio de tener un maestro empírico (mi padre). A través de ellos pude configurar una suerte de vocación social que me convirtió en un socialista, con valores y principios. Disciplinado ante la verdad y buenas costumbres, irreverente ante la corrupción y otras malas costumbre. Aprendí de ellos, que el socialista debe reflejar un verdadero espectro moral que no da tregua a los señalamientos infames de nuestros adversarios. Ser socialista impone un sacrificio frente a lo material, prevalece el aspecto esencialista y espiritual; estos últimos suponen un plano mayor de la interpretación de la vida y sus luchas. Tan solo fue llegar a la Universidad para intensificar mi convicción socialista, la cual fue abordada por nuevos maestros que reimpulsaron mi autodeterminación por el pensamiento y acción del modelo socialista.