26 May, 2017 | Esta es una de las preguntas más frecuentes que nos hacemos cuando queremos tener un perro y a la vez hay niños en casa. Siempre es de preocupación para el adulto si el niño estará preparado para recibir a un nuevo miembro familiar y si el perro que se escoja, será el mejor para esa labor.

Primero, debemos realizar nuestra respectiva reunión en donde pondremos las ventajas y desventajas de traer al perro a casa. Debemos establecer responsabilidades y crear situaciones donde requieran la ayuda y el soporte del niño, es decir, involucrar al niño y enseñarle las posibles situaciones que se puedan presentar.

Luego de ser aprobada la tenencia de un perro en casa y ya su estadía allí, debemos hacer que el niño, bajo supervisión de un adulto, sepa cómo debemos empezar.

Te recomiendo que lo hagas formar parte de la rutina de comida al perro, en donde le debemos ir enseñando cosas como:

• Luego de colocar la comida al perro, se debe dejar solo al can para que coma tranquilo y no molestarlo.

• Luego que el perro termine de comer y éste se retire del plato, allí se lo podemos retirar.

• No molestar al perro cuanto esté comiendo.

Los primeros días del perro en casa, se debe evitar que el niño atosigue al perro, y más cuando éste sea un poco nervioso. Debemos buscar perros que no sean tan nerviosos, para que no se sobresalten con los gritos de los niños y pueda estar en control; de todas formas uno como adulto, siempre debe supervisar el momento de juego del perro con nuestros hijos.

Al momento de jugar nuestros hijos con el perro, debemos estar pendiente de que el can no sea maltratado con juegos bruscos.

Si el perro decide refugiarse debajo de un mueble, debemos dejarlo tranquilo y no sacarlo u obligarlo a seguir jugando. Con esa acción, dará por terminado el momento de juego y los niños deben comprender que es así.

No se debe dejar la educación de un perro en manos de los niños, siempre debe estar un adulto presente, para enseñarles técnicas gentiles y si no cuenta con eso, pueden llamar a un profesional en la educación canina.

La relación de los perros con los niños es algo especial, ya que los perros se convierten en fieles confidentes de los niños, en sus momentos de juego, de alegría y muchas veces son los paños de lágrimas en los de tristeza. Esta conexión muchas veces no tiene explicación alguna, sólo se da de manera espontánea. Por ello debemos ser líderes asertivos y asegurarnos que el niño sepa que no es un juguete y que debe respetarlo y amarlo, como uno más de la familia.

Saber que ese perrito es un ser vivo y necesita cuidados y cariño. Que el niño sería como el hermano mayor del perro y debe protegerlo.