Fernando Cervigón fue el principal tutor de los pescadores artesanales de la Isla. En la imagen con una de sus últimas publicaciones. / Foto: ARCHIVO SOL DE MARGARITA

19 May, 2017 | Apenas tres días después de haber celebrado su cumpleaños 87, la inesperada partida de Fernando Cervigón marca profundamente la cotidianidad de sus familiares, amigos y las obras físicas que dejó como legado para Venezuela y en especial para Margarita.

Vladimir Rodríguez, amigo cercano y director del Museo Marino de Boca de Río, expresó sorpresa por el deceso del ictiólogo y biólogo marino nacido en Valencia, España, el 15 de mayo de 1930, con quien departió y hasta cantó la noche de la última celebración por su llegada al mundo.

“Fernando Cervigón fue un humanista a toda prueba. Perdimos un gran maestro y tenemos que seguir sus enseñanzas para que sean perennes en los tiempos por venir”, recalcó.

Considera que la partida del presidente de la Fundación Museo del Mar debe inspirar aún más la lucha emprendida para reabrir una de sus obras más emblemáticas a nivel material, como es el Museo Marino, técnicamente cerrado por falta de presupuesto para funcionar.

“El mejor homenaje que se le puede hacer al maestro Cervigón es recibir los aportes para reabrir el museo y que, en su nombre, no cierre nunca más”, expresó Rodríguez desde la casa de Cervigón, ubicada en Altamira, Caracas, desde donde fue hasta su morada eterna en el Cementerio del Este.

Destacó que Cervigón fue un hombre sinceramente compenetrado con la cultura y el sentir de los margariteños. Además de sus trabajos científicos, publicó numerosas obras relacionadas con aspectos de la naturaleza y la idiosincrasia humana de los isleños y se interesó por la historia regional y su proyección nacional.

A su entender, en su vida descubrió y describió numerosas especies de peces, incluido el “roughshark” del Caribe.

Afirmó que como hombre enamorado, más de la gente que de las bellezas margariteñas, se inspiró para escribir obras como “Paraguachoa” (1977), “La Carpintería de Ribera en la Isla de Margarita” (1988), “Cubagua 500 años” (1997), “Las perlas en la historia de Venezuela” (1998).

“Qué casualidad que hoy enterramos al fundador del Museo Marino, en el Día Internacional de los Museos, y nuestro museo está cerrado”, acotó Rodríguez.

Pescadores pierden un gran aliado

Arturo Guzmán, expresidente de la Asociación de Pescadores de Altura de Nueva Esparta, al lamentar el deceso del investigador, enfatizó que con su partida los pescadores artesanales se quedaron sin su tutelaje.

“Físicamente no estará más entre nosotros, pero deja una obra muy importante como aporte científico, y allí queda su trabajo para las futuras generaciones”, apuntó.

A decir de Guzmán, Cervigón fue el calcio de la Ley de Pesca y su opinión siempre fue que no sabía todo, por lo cual necesitaba de los pescadores artesanales para complementar su trabajo.

Recordó que el Museo Marino lo hizo con los pescadores artesanales y reveló que las muestras de carpintería de ribera que se exhiben en ese recinto, fueron elaboradas por genuinos carpinteros artesanales, considerados por el investigador como patrimonio de los margariteños.

Faceta desconocida

El expresidente de la Asociación de Pescadores de Altura de la entidad aseguró que existe una faceta desconocida de Cervigón, que muy pocos conocen, como fue la composición de temas que retratan la idiosincrasia de los pescadores artesanales, especialmente los de Margarita.

“Escribió muchas canciones inspiradas en los pescadores y sus faenas. No era solamente la investigación apoyada por ellos, sino que daba un tratamiento integral a los pescadores”, señaló Guzmán.

La educación lo extrañará

Yanet Márquez, directiva de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), lamentó la partida de Fernando Cervigón, asegurando que fue un baluarte para la educación nacional.

Se preguntó cuántos grupos de alumnos han visitado institucionalmente el Museo Marino, al tiempo que destacó el aporte que deja a la investigación y a la lectura.

“La educación va a extrañar mucho la figura de Fernando Cervigón, quien se ancló en Margarita para dejarle un gran legado como el Museo Marino”, destacó Márquez.

Cervigón: un ser integral

Fernando Cervigón fue un ictiólogo y biólogo marino, nacido en Valencia, España, residenciado en Venezuela, quien descubrió y describió numerosas especies de peces,.

Es autor de numerosas obras sobre los peces y el medio ambiente oceánico de Venezuela, incluyendo “Los peces marinos de Venezuela”, publicada en cinco volúmenes entre 1991 y 2000.

En 1983 creó la Fundación Museo del Mar, de la que fue Presidente Vitalicio, y se consideró el punto de partida para que el Museo Marino fuera inaugurado en 1994.

Además de sus trabajos científicos logró publicar numerosas obras relacionadas con aspectos de la naturaleza y la idiosincrasia humana de los isleños como muestra de su interés por la historia regional y su proyección nacional.

Realizó sus estudios de licenciatura y doctorado en Ciencias en la Universidad de Barcelona. Director Científico de la Estación de Investigaciones Marinas de Margarita de la Fundación La Salle (1961-1970) y posteriormente como Profesor–Investigador de la Universidad de Oriente (1970-1980), donde ocupó el cargo de Director de Instituto Oceanográfico en Cumaná (1973-74) y del Centro de Investigaciones Científicas del Núcleo de Nueva Esparta hasta 1980, jubilándose como Profesor Titular en 1990.

Fue comisionado por la oficina regional de Unesco para dictar cursos y conferencias en varios países de iberoamérica y consultor de la FAO en 1977-78 y 1991. Premio Nacional de Ciencias 1988 e individuo de número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales 2002.

Ha recibido numerosos reconocimientos y distinciones entre las que cabe destacar la Orden Andrés Bello en primera clase 1988 y la Orden del Libertador grado “Gran Oficial” 1994. Es hijo adoptivo de los municipios Península de Macanao y Tubores del estado Nueva Esparta y declarado Hijo Ilustre del mismo estado por la Asamblea Legislativa en 2003.

Homenaje

El último homenaje que se le rindió en la Margarita que tanto amó, fue durante la más reciente Feria Internacional del Libro del Caribe (Filcar), donde fue resaltada su trayectoria, su obra y como mejor regalo, se promovieron acciones para apoyar la recuperación del Museo Marino, uno de los importantes logros en su vida profesional. Además, Fernando Cervigón fue Individuo de Número de la Academia de Ciencias.