General Francisco Esteban Gómez. / Foto: ARCHIVO

8 May, 2017 | En la isla de Margarita podemos hablar de una simbiosis policultural que se gesta desde la llegada de los europeos y los africanos quienes junto a los nativos, conforma la identidad de este pueblo insular que a través de los siglos y de generación en generación trata de salvaguardar sus manifestaciones que le dan valor a su idiosincrasia. Esa particularidad que identifica a este pueblo permite lo que hemos denominado la margariteñidad donde convergen sus valores y raíces, dentro de estos la variedad de las artes ha estado vinculada a la cotidianidad del margariteño y al hablar de las artes plásticas es muy difusa la obra antes del siglo XX, solamente se pueden apreciar algunos frescos recuperados en la basílica menor de Nuestra Virgen del Valle y quizá una de las obras menos conocida de Juan Pedro López (Abuelo de Andrés Bello), es El Juicio Final en la iglesia de Pampatar, ejecutada en 1772 para Andrés de Verde. El personaje principal es San Miguel, situado en todo el centro del cuadro con una balanza en la mano.

Para conocer el arte en Margarita es importante resaltar el trabajo de investigación elaborado por María Paris titulado “Las Artes Visuales de Margarita”, en el que hace un recorrido por la evolución de las artes visuales en esta isla, y que tomo como referencia para la estructura de este artículo a propósito de esta edición aniversario.

Parte María Paris aseverando que: “Los autores de la plástica margariteña de las primeras décadas del siglo XX, en lo que a la pintura se refiere, se ubican en la mimesis de la ejecución de la técnica y temática del Círculo de Bellas Artes, que agrupó además de pintores, músicos, escritores y poetas y que aún ejerce una influencia vigente en el gusto local; los artistas representaron fundamentalmente el paisaje realizado al aire libre con un sincretismo emotivo entre el artista y su modelo”

Resalta la autora la influencia de los pintores Samys Mützner y Nicolas Ferdinadov, “Mützner trabajó en Margarita y en Caracas durante 1917. Ferdinandov, llegó a Margarita en 1916, procedente de Nueva York, y se instaló durante dos años para trabajar el paisaje, influenciado por el Art Noveau y la escuela simbolista; luego partió para Caracas y regresó en 1918 acompañado de Rafael Monasterios (1884-1961) quien realizó, en 1919 en la ciudad capital, su primera exposición individual con las telas pintadas durante su estadía insular. Armando Reverón, estuvo con ellos entre 1917 y 1918 en breves visitas a la Isla de Margarita, abarcando las escenas de diversas geografías; lamentablemente, debido a siniestros propiciados por fuerzas naturales, quedan pocas evidencias de los trabajos realizados insitu”

Bajo la influencia de la Escuela de Caracas, resaltan “Para esta etapa la representación regional recae en el paisajista Ventura Gómez formado dentro de dicha escuela y en el maestro Pedro Ángel González (1901-1981), nacido en Santa Ana del Norte, quien representa al gentilicio insular dentro de este estilo pictórico”. Es importante señalar que en el Convento San Francisco de La Asunción, hoy sede del Consejo Legislativo se encuentran tres de sus obras realizadas entre 1911 y 1922: Miranda Mártir, el retrato del prócer Gaspar Marcano y una alegoría sobre El Chimborazo.

En la sede del Consejo Legislativo del estado Bolivariano de Nueva Esparta se exhiben retratos de los próceres margariteños como este de General Francisco Esteban Gómez. / Daniel Ramírez

Además nos relaciona la autora: “En ese mismo recinto, se exhiben obras del género de otros artistas locales como el retrato del Gral. Manuel Plácido Maneiro (1911) realizado por J.J. Navarro y el Bolívar a Caballo (1926) de Cayetano Díaz. Dentro del conjunto destaca el retrato del general Francisco Esteban Gómez (1783-1853), (s/f) de Lewis Adams (1809-1853) pintor y retratista formalista de la escuela inglesa quien se presume estuvo en Cumaná por 1843 y deducimos en base a este retrato y la data, que también estuvo en Margarita, realizando esta obra directamente al modelo…finalmente se perfilan las obras de Tulio Álvarez (1936), que renueva el sentimiento de identidad con la fuerza plástica, en el retrato de Luisa Cáceres (1960), en la pulcra estética de las representaciones del Gral. Santiago Marino (1957), del Gral. Juan Bautista Arismendi (1957) y con una representación de la Firma”

Es muy prolifera la obra de arte de los insulares en el siglo XX resaltando los Premios Nacional de Pintura a Pedro Ángel González en 1942 y Francisco Narváez en 1948, además de los Premio Nacional de Artes Plásticas a Ramón Vásquez Brito en 1950 y a Omar Carreño en 1972.

“Los temas presentados son el paisaje, la cotidianidad, los signos étnicos, la objetualidad cotidiana descontextualizada estéticamente y la iconografía versada en el pez, la faena de pesca y las artes de pesca, que se diluyen en materia pictórica, en transparencias, sugerentes del mar, la playa, la luz y el color como símbolos del sentir colectivo. Particularmente, la mar como temática alegórica del paisaje, constituye la categoría aglutinante de la exhibición insular en general; regla que sustenta el argumento nororiental de la expresión del colectivo. Los planteamientos marinos de los intérpretes esta geografía, se hacen materiales a partir de los diferentes significados, que configuran los elementos de identidad sujetos a la iconografía e iconología insular”

La isla de Margarita es arte, es inspiración enclavada en el sentimiento artístico de hombres y mujeres que se iluminan en lo telúrico que ofrece su paisaje, su geografía de tierra madre, de tierra generadora, aquí donde todos los sueños son posibles, donde la naturaleza y los sentimientos se unen para cubrimos en un cielo de amor.