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Asdrúbal Marcano: pinceladas fieles a la figura humana El pintor asuntino partió de los cánones académicos, hasta romper las reglas sin ser brusco y lograr una composición artística, donde el dibujo es lo primordial y “la figura humana, deformada, transfigurada o transformada”. (+Fotos) (+Vídeo) Karla Marval Esteves
Con un carbón del fogón o piedra jabón y usando el rustico y rojizo piso de su casa como lienzo, Asdrúbal Marcano tuvo en su infancia el primer acercamiento con lo que se convertiría en su pasión y vida. / Foto: JHONNATAN BENÍTEZ | @jhonnaphoto 7 May, 2017 | Con un carbón del fogón o piedra jabón y usando el rustico y rojizo piso de su casa como lienzo, Asdrúbal Marcano tuvo en su infancia el primer acercamiento con lo que se convertiría en su pasión y vida. En ese momento, los garabatos que provocaron el regaño de sus padres, le abrirían un mundo nuevo a este hombre nativo de La Asunción, que ha sido un fiel promotor de las artes plásticas, así como escultor y pintor, ganándose el reconocimiento como maestro de las artes. La formación de Marcano fue algo fundamental. Es fiel creyente que la instrucción académica es vital para que el artista pueda transformarla y crear su propuesta y visión. Marcano, con sus aptitudes, logró una beca para cursar estudios en la Escuela de Artes Plásticas de Caracas, para luego regresar a Margarita y continuar su formación en el Taller de Arte y Diseño "Francisco Narváez" y la Escuela de Artes “Pedro Ángel González” (ahora Escuela Técnica de Artes Visuales), además de compartir su tiempo con la docencia. Marcano confesó que durante su época formando a nuevos artistas, no disponía de mucho tiempo para su proceso creativo; sus pinceladas iban y venían durante el ínterin de las clases. Pero es luego de su jubilación cuando se siente en libertad y sin ataduras de tiempo para batallar con el espacio del lienzo e ir organizando sus dibujos hasta dar por terminada sus obras. “Mi trabajo se fundamenta en la figura humana, deformada, transfigurada o transformada”. La tranquilidad y la paciencia de Marcano muestran su carácter sencillo. “Yo comencé haciendo pinturas muy académicas, ligadas a los cánones de proporción apegado a la escuela clásica. Pero mi evolución nunca rompió lo natural”, reconoce este artista, quien goza del prestigio nacional y que admitió que el elemento primordial en su trabajo es el dibujo, siempre con la figura humana, llenando el espacio con las figuras y personajes; verbigracia su nueva pieza “desplazados”, inspirada en el desplazamiento de las personas a consecuencia de las guerras. Marcano vive y siente cada paso de su proceso creativo. Para él, éste se “produce desde adentro, desde el alma de las experiencias vividas. A mí me gusta ver cómo queda un color al lado de otro, la línea, el movimiento. Hay evolución, a veces uno regresa”; sin embargo, aclara que el proceso varía entre cada artista; reconoce que hay muchos que toman la belleza, la naturaleza, o las situaciones sociales. Pero lo fundamental es que, según el maestro, se haga bien y que se pueda conectar con el espectador. “No que comparta conmigo todo lo que quiero expresar, pero que sienta que le agrada”. En la actualidad el maestro asuntino, quien contabiliza en su haber un sinfín de exposiciones individuales y colectivas, admitió que existen dificultades y barreras que entorpecen el proceso creativo. / Foto: JHONNATAN BENÍTEZ | @jhonnaphoto Margarita es cuna de grandes artistas. Marcano, aun cuando permanezca en casa envuelto entre ideas y óleos, da razón de un emergente y prometedor movimiento artístico, donde los jóvenes se ven envueltos en una movida entre las pinturas, esculturas y otros géneros. “En la escuelas uno ve muchos alumnos, pero al final terminan pocos. Muchachos con talento; pero creo que hace falta más eventos para promover a los artistas”. En la actualidad el maestro asuntino, quien contabiliza en su haber un sinfín de exposiciones individuales y colectivas, admitió que existen dificultades y barreras que entorpecen el proceso creativo; la adquisición de los materiales es una de ellas, toda vez que sus costos son exorbitantes; no obstante, la perseverancia por plasmar en el lienzo una idea derriba los obstáculos. Esa pasión por el arte se traduce para Marcano en “el goce y disfrute más grande que puede tener uno. Yo gozo mi trabajo, discuto con mis pinturas, juego con el espacio las líneas, con los personajes”; porque es para él “cuando uno escoge una profesión es porque disfrutas tu trabajo, a veces padecemos dificultades como todos, pero eso no te detiene. Creo que uno va morir queriendo pintar o mirando pinturas”. El trabajo pictórico de este maestro lo hace por el simple hecho de hacer arte, “que me agrade y que agrade”; pero en algunos casos incluyendo un mensaje social. Ambas consideraciones son necesarias para el artistas; pero es firme al señalar que “hago arte por satisfacer mis ganas de pintar, lo social está supeditado a la composición que haga. Porque el hombre es generador de todo”. Paleta La paleta de colores con la que Marcano define a Margarita está compuesta de azul y ocre, y ese anaranjado de los botes y los violetas de los cerros. Porque para este asuntino formado en Caracas, quien empezó a pintar con el tizón del fogón, la isla de Margarita no es esa opulenta del Puerto Libre; para él, la Margarita bonita y linda es esa del pescador, los botes en Guayacán y la vendedora de pescado con la mara en la cabeza.
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