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28 de marzo de 2024





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Un consenso digno de serlo
Ya Maduro no puede convencer ni a sus más consabidos partidarios. Si lo siguen apoyando, no es porque crean en él, sino porque temen por sí mismos.
Fernando Luis Egaña | flegana@gmail.com

18 Abr, 2017 | Un consenso es un acuerdo o consentimiento general con respecto a un tema determinado. No es necesariamente igual a unanimidad, pero sí es más fuerte que una opinión o posición mayoritaria. En la Venezuela del presente existe un consenso social y popular acerca de la incapacidad extrema de Maduro y la inconveniencia de que siga desgobernando al país. Pero es un consenso, en mi opinión, que va más allá de su persona, y abarca al conjunto de la hegemonía despótica, depredadora y envilecida que él representa. En pocas palabras, el consenso referido significa ya basta…

Y no es para menos, porque Venezuela es el único país exportador de petróleo que está padeciendo una crisis humanitaria en lo social y una ruina productiva en lo económico. A lo cual hay que agregar un ejercicio cada vez más represivo y violento del poder. Es lógico, por tanto, que la abrumadora mayoría de la población rechace con indignación tal estado de cosas, y esté luchando con variable intensidad para superar semejante tragedia.

Ya Maduro no puede convencer ni a sus más consabidos partidarios. Si lo siguen apoyando, no es porque crean en él, sino porque temen por sí mismos. Muchos de esos personajes no se conciben fuera del poder y de la impunidad, porque están perfectamente claros que sus continuados delitos, más temprano que tarde, deberán ser procesados por una justicia independiente. Por eso se aferran a Maduro, acaso sin darse cuenta que le dan más razones y motivos a la población, para pedir o, más bien, exigir que se vayan.

Que de eso, repito, se trata el consenso. Sabemos de sobra que la hegemonía no es reformable, ni tampoco quiere o de verdad le interesa serlo; que toda la retórica del "dialogo" es una tramoya para ganar tiempo; que las supuestas ofertas de hora undécima para unas eventuales elecciones regionales, son parte de una estratagema para ver si logran surfear las olas del creciente descontento. No podemos perder de vista esta situación y que vuelvan a embaucar a la nación.

Hay consensos de consensos. Consensos buenos y malos. Consensos irresponsables y consensos que suponen una gran madurez. El consenso alrededor de que Venezuela necesita un cambio de fondo, legitimado por la voluntad popular libremente expresada, es uno de esos consensos que reflejan las aspiraciones positivas de un país. Es un consenso digno de serlo. Y por eso mismo tiene que convertirse en realidad.




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