2 Abr, 2017 | Podríamos llamarlo también esterilidad por ansiedad. Antes debemos aclarar dos términos que a veces se confunden, pero que son diametralmente diferentes: esterilidad e infertilidad.

Esterilidad se refiere a un pareja que, luego de un año de relaciones frecuentes sin el uso de ningún método anticonceptivo, no se logre la concepción e infertilidad es el caso de una mujer con tres o cuatro pérdidas.

Como pediatra, me llamó mucho la atención que en mujeres de bajos recursos económicos y académicos existían menos casos de esterilidad que en aquellas mujeres con mejores recursos económicos y académicos. ¿Qué sucedía? Las primeras me decían que ya no querían más muchachos y las segundas me comunicaban que lo primero que querían era un bebé y, si no lo lograban en un plazo perentorio, comenzaba la ansiedad.

Les tengo un caso que les va a gustar. Mi prima Carmen estuvo casada con Miguel durante 15 años; durante esos años, lo que más querían era tener un bebé, pero nunca pudieron. Se realizaron todo tipos de exámenes y nada, e inclusive acudieron a métodos de inseminación sin ningún resultado positivo.

Durante todo ese tiempo aumentaba la tensión y terminaron divorciándose de mutuo acuerdo. Miguel, una persona muy especial, quedó amigo de la familia y de mi prima, a la cual frecuentaba; a todas éstas, él consiguió una pareja y luego de dos años tuvieron un niño.

En una oportunidad invitó a salir a bailar a mi prima y susto, ella quedó embarazada, ¿qué tal? Cuando me lo comunicaron quedé atónito y solo logré decir: Santa Ana, porque ya Carmen tenía 46 años. Y no contenta con eso, a los dos años tuvo otro niño con su pareja actual.

¿Qué pas­ó?­, eso me llamo mucho la atención y comencé un estudio empírico en un grupo de pareja que solo sumaron 25 en condiciones similares de esterilidad por ansiedad, ideando un método meditativo para reducir la ansiedad en estas pareja con resultados hasta un 70% de éxito.

Continuaremos con el método y otras experiencias.