25 Mar, 2017 | Según los paradigmas culturales, sin darnos cuenta hemos adquirido la costumbre de enfocarnos más en lo negativo, en los comportamientosdañinos en vez de reforzar lasconductas positivas. Se hace másfácil y cotidiano hablar de lo malo que de lo bueno.

Ya podrás imaginar que hablar de amor propio no es común, es algo incorrecto porque siempre se habla es del amor a tu prójimo.Donde se considera que es más digno dar que recibir y la otra persona es más importante que tú.

Muy poco se escucha hablar del autoelogio; y si se sostiene alguna conversación sobre este tema ya estamos hablando de una persona ególatra. O es llamada narcisista, pero el quererse así mismo es de humanos.

Enaltecer tus virtudes es un modo de hablarte con cariño, de manera positiva y con respeto. Es reconocerte y aceptarte como la persona que eres. Es bueno que en tus momentos de encuentro contigo, halles lo positivo que hay en ti.

Tiene más valor un elogio que tú mismo te regales, que los que provienen de terceros.

Seguramente te ha pasado que llevas un día una camisa muy bonita, tienes una cita con una amiga y ella te elogia con entusiasmo. La respuesta común es decir: ¡Si te gusta, es de la marca tal!

Pero nunca dices: Si, la verdad me gusta mucho. Gracias.

No estás acostumbrado a recibir elogios y mucho menos aceptarlos con merecimiento, porque no lo practicas día a día.

Una de los motivos porque nos negamos a aceptar los halagos, es porque pensamos que no somos merecedores de recibirlos.Por muy pequeños que tus logros sean, siempre eres y serás merecedor de ellos.

No necesariamente tienes que ganarte un reconocimiento o premio para que generes tus propios elogios y felicitaciones, siempre eres merecedor de ellos.

Si bien cumpliste con tu deber y alcanzaste tus logros tienes que celebrarlo, pero contigo mismo. No tienes que ir a cenar para hacer valer tu triunfo, lo puedes hacer por ejemplo con un abrazo o aplaudiéndote.

Como el buen gusto comienza por casa, el auto elogiarte es una necesidad, es un encuentro contigo. Llevarlo a tu vida cotidiana aumenta tu autoestima, el amor propio y nunca es de mal gusto quererse, en cambio el autodestruirte sí.

Procura un buen trato hacia ti mismo, eso es evidencia de salud. Eso te traerá éxito y desarrollo. Cuesta crearlo, pero sin duda ¡Tú ya puedes lograrlo!