21 Ene, 2017 | Mientras yo escribo mis artículos, disfruto al mismo tiempo de ver a mi hijo jugar y hacer sus cosas. Está calidad de vida yo misma la he elegido y es fantástica.

Recuerdo que cuando comencé a escribir alguien me dijo aprovecha la muza, independientemente de lo que hagas, te tiene que gustar.

Cuando me siento me conecto con mi esencia, pido a la divinidad que me ilumine, me dé pistas y es increíble; pareciera que ella misma tomara mis dedos y solos comienzan a escribir, para plasmar lo que estoy creando.

Sabiendo todo esto hasta aquí, te pregunto: ¿Qué es lo que más te gusta hacer? o ¿Qué es lo que más te apasiona hacer?

El saber que era lo que realmente me gustaba me llevó años, pero sinceramente hoy en día me siento feliz haciéndolo. Estoy segura que como a mí, también hay personas que les ha costado conseguir lo que realmente aman hacer, así como otras lo descubren muy temprano.

Cuando descubrimos eso que realmente nos hace feliz, todos los días son significativos, además, las cosas fluyen y que lo que haces te sale de forma natural.

Cada quien tiene su propio potencial, elige ser lo que quieras o como se dice, ten una misión en esta vida.

Puede ser hacer reír a los demás, ser médico pediatra porque te encantan los niños, dar conferencias, escribir libros, siempre dentro de una destreza en particular que disfrutas hacer, que tenga congruencia con quien eres, lo puedes convertir y usar como tu recurso de vida.

Se tienen tantas pero tantas creencias que ni te das cuenta. Piensas que no eres bueno o que no sirves para nada, no crees tener fortalezas y mucho menos ser capaz de salir adelante haciendo el oficio que más te gusta.

Puede que pienses tener la razón, porque todas esas creencias están integradas en sus vidas en su mente racional y en tu ser. Esto no te permite vivir o tener una vida prospera.

Al principio como todo cuando se aprende algo no es sencillo, no entiendes lo que pasa pero una vez te das el tiempo para entender el proceso es divertido. Que quiero decir con esto, que a partir de hoy te hagas consciente de tus pensamientos.

Cambia tus pensar por creencias potenciadoras. Te invito que fortalezcas tus destrezas, que afirmes en positivo lo que haces, esto ayuda a creerlo aunque todavía no veas los resultados.

Ejemplo: «Confío absolutamente en mis fortalezas». Proponte estar más despierto y atento con lo que te dices.

Integra lo nuevo día a día, desaprendiendo también las viejas creencias que te limitan. Si te dicen que no puedes, pregúntate a ti mismo si es verdad lo que el mundo exterior te dice. Tu bienestar y propósito de vida residen en tu templo interior.

¡Tú ya puedes lograrlo!