Con barro estas maravillosas mujeres pueden hacer diversos ornamentos y productos de utilidad. / Foto: JHONNATAN BENITEZ @jhonnaphoto

14 Ene, 2017 | Para hacer las piezas de barro lo que se necesita tener es “arcilla y salud”, exclamó Florangel Quijada, quien lleva más de 30 años trabajando como alfarera.

Quijada comentó que desde niña ya moldeaba con sus manos figuras, platos y vasijas; ayudando a su madre de crianza Lilia Patiño, quien a sus 76 años sigue trabajando con la greda.

“Esto es algo que me encanta hacer, yo crecí viendo a mi mamá haciéndolo y por eso vivo para esto” manifestó Quijada.

Proceso

La alfarera explicó que para buscar la arcilla van al cerro La Cruz de Santa Ana, y de ahí bajan el barro en lajas, lo pulverizan en un molino que tienen en el centro comunal del pueblo.

Posteriormente viene el amasado. Las artesanas utilizan antiguas técnicas indígenas propias de la localidad, pues aún elaboran los ornamentos con las manos. En el proceso van dando consistencia a la arcilla con agua y arman tiras para trabajar al siguiente día.

Finalmente llega la parte que más emociona a esta artesana, pues expresó que le encanta dar la forma a ese material; al finalizar la pieza, la sacan al sol durante un mes o quince días, para que ya esté lista y luego las cuecen; acostumbran a pintar algunas piezas otras las dejan en su color natural.

Al entrar al pueblo del cercado se encontrarán diversas ventas de estos objetos artesanales, pero resaltan las piezas de “la casita vieja”, que estan hechas por las manos de Lila Patiño, Carmen Rodríguez, Neida Quijada y Florangel Quijada, todas con un toque especial.

Venta

El comercio de las piezas artesanales se hace usualmente en el sitio donde las elaboran. Es el caso de la “casita vieja”, ubicada en la calle principal de El Cercado, municipio Gómez. Allí podrán encontrar lámparas, platos, cazuelas, vasos, tazas y una hermosa diversidad.