7 Ene, 2017 | Enero es el mes de la conciencia financiera…. ¡Y no necesariamente porque abunde! Jajaja. Sin embargo, algo que suele pasar a quienes se valoran por lo que tienen, es que se sienten desvalidos, incompletos o insuficientes. Esta semana hablaremos de 3 cosas que nos conectarán con la riqueza, incluso cuando el dinero está ausente.

El dinero es una idea bastante nueva en la evolución humana. Sin embargo, la hemos adoptado como una medida de valor personal y no como el resultado de nuestras acciones coherentes. Por ejemplo: cuando digo que trabajo para cubrir mis necesidades, por mucho que trabaje, el dinero nunca alcanzará para darme gustos. No se trata de la economía, sino que le doy órdenes claras al dinero del rol que cumplirá en mi vida. A lo pedido, cumplido.

Cómo conectarme con mi riqueza más allá del dinero que tengo:

1.Ignoro mi potencial real

Recibimos lo mínimo cuando damos lo mínimo. Y eso sólo sucede cuando elegimos trabajar por necesidad, para cubrir emergencias o porque creemos que es lo único que hay disponible. Crecí en Venezuela rodeada de personas que me decían que “cuidara mi trabajito porque la cosa está mala en la calle”. Sin embargo, renuncié las veces que fue necesaria y otras tantas ni siquiera aceptaba trabajos donde no pudiese desplegar mi potencial. Hace poco, una amiga que vive en Guatire (Gran Caracas) me contaba que a su esposo le ofrecieron un empleo en una empresa, ganando dos veces y medio lo que ganaba en el anterior. ¡Siempre hay para quién está dispuesto a crecer como persona y como profesional!

2. Olvido servir a quien me necesita

Las comunidades asiáticas tienen muy claro que las grandes oportunidades aparecen cuando las masas ven crisis. No es un tema de oportunismo, sino que es un principio de neuroeconomía esto de salirse de las masas y pensar justo lo opuesto. Sólo se vende cuando la multitud está comprando y sólo se compra cuando hay multitud vendiendo. En ambos casos gana el desbalance. El dinero sólo puede provenir de la gente, y cuando estás en capacidad de resolverles problemas a las personas, éstas con seguridad te proveerán con gratitud. La reciprocidad es una característica humana, y aplica sin importar en la parte del planeta en que vivas. ¡Sirve con amor!

3. Desagradezco la lección que recibo

Uno de mis entrenadores de negocio me dijo hace un tiempo: “Riqueza es lo que existe cuando el dinero no está presente”. Muchas veces tenemos que perderlo todo para darnos cuenta de lo que somos, de todo lo que ya existe en nuestro ser y lo que podemos ofrecer. Las cosas que no tienen precio, son las más valiosas. Cuando estemos en una situación de falta de dinero, tomemos un minuto para respirar profundo y preguntarnos ¿Qué es lo que esta experiencia viene a enseñarme? Si permites que tu alma te lo responda, encontrarás una luz que un minuto atrás no veías. ¡Aprende las lecciones que la vida te regala!

Vivir en Armonía Financiera es una filosofía de valor propio con o sin dinero. A veces nos creemos insuficientes porque no tenemos una carrera universitaria o porque no tuvimos oportunidades de estudiar. La próxima semana ahondaremos en esta creencia de escasez, y cómo descubrir tu valor más allá de tu empleo, profesión o grado académico.

Eres una manifestación de abundancia, eres un ser suficiente.

Gracias por existir.