Porlamar
28 de marzo de 2024





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Mis Amores. La cita
Al escucharla leer comprendí que definitivamente los amores que marcan nuestra vidas ya están allí desde hace mucho tiempo, quizás desde otra vidas, ese día me regaló su diario que aún conservo.
Julio Machillanda

4 Dic, 2016 | Durante esos primeros días luego de declararnos nuestro amor y de empezar a asimilarlo, no sabía que éramos, la mente siempre quiere etiquetarlo todo, no sabía si éramos amigos enamorados, amantes, que se yo”, opté por no ponerle ninguna etiqueta simplemente eran María Cristina y Julio”

Como les decía durante esos primeros días continuábamos sintiéndonos, amándonos, aislados del resto del mundo “ensimismados” en nuestro amor. Me dijo que una tarde que me había dado la cola a mi casa ella esperaba algún acercamiento amorosa de mi parte, quizás que le dijese que me gustaba, pero yo con una gran timidez comencé a hablar de temas tontos, la verdad es que los hombres somos tímidos y tontos, sobre todo para declarar nuestro amor, ella sintió cierta decepción aunque seguía sintiendo que era mi especial para mí, y yo pensando que ella solo me quería como amigo.

En una oportunidad se presentó con un diario de vida, en el que solo escribía cuando iban al club de playa, y debajo de un frondoso árbol que era su amigo, su confidente, allí escribía sobre la otra María Cristina, que solo ella conocía, escribía sobre su inclinaciones artísticas, de sus deseos de volar, cantar, bailar, ser libre, de llevar una vida bohemia, y en unas de esas confesiones con su árbol aparecí en su pensamiento, quizás ese doctor que vi en el centro de salud de Rio Chico, encaje perfectamente en todos esto que deseo.

Al escucharla leer comprendí que definitivamente los amores que marcan nuestra vidas ya están allí desde hace mucho tiempo, quizás desde otra vidas, ese día me regaló su diario que aún conservo.

Nos veíamos cada día en el hospital, el hospital con sus bebés fueron los primeros testigos de nuestra historia de amor.

Un día que había amanecido con una suave lluvia y caminando por los jardines del hospital sin hablar mucho, nos montamos en mi carro, y casi sin saberlo, sin ninguna planificación llegamos a un motel muy lindo, enclavado en el centro de un jardín multicolor.




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