3 Dic, 2016 | Este fin de semana me he movido entre las dos esquinas de la calle por donde transita el deseo de ser mejor en Venezuela. Por un lado el camino fácil del oportunismo, y por el otro el camino próspero del emprendimiento. Esta semana hablaremos del difuso mapa de emprendimiento sobre el cual se mueven los venezolanos.

Revisando mi cuenta de twitter esta semana, me doy cuenta que alguien de Venezuela me etiqueta en un tweet de la cuenta @InfoJeisonque dice: "@Joselyn_QV@ismaelcala Hola te invito a leer: https://www.amazon.es/dp/B01MSOL5TH". Luego de revisar el enlace, me doy cuenta que es un libro de 0.99 dólares y que su autor vive en Venezuela. Con el espíritu de apoyo al talento de mi país, le compro el libro y le respondo “Gracias por el enlace, lo leo y te lo comento. Feliz día”.

A partir de ese momento, y desde un mensaje de gratitud por parte del él, me entero que su nombre es Jeison Barcos, que vive en un lugar de bajos recursos en Valencia y que apenas tiene 17 años. Me cuenta que desde el liceo siempre le han dicho que escribe muy bien, y ante la situación del país ha aprendido a drenar a través de la escritura. También me entero que está sacando un segundo libro, que espera vender mejor, ya que el actual le sirve para darse a conocer.

Luego de varios mensajes, Jeison descubre quién soy, y a través de mi historia, que se parece mucho a la suya, se da cuenta que sus sueños de prosperidad son posibles. Me veo yo reflejado en él, cuando utilizaba todo mi dinero para pagar mi curso de inglés, y no puedo hacer más que apoyarlo, como me hubiese gustado que lo hicieran por mí.

Jeison Barcos es, sin lugar a dudas, un emprendedor. Es alguien que convierte su problema en oportunidad y decide salir adelante con lo que tiene para dar. Se empodera y supera las barreras geográficas y mentales, elevando sus estándares personales de forma ética y empoderada. Hace el trabajo diario de quienes han logrado el éxito, ese que se obtiene a pasos de hormiga.

Mientras voy leyendo el libro de Jeison, me entero que en Venezuela no hay efectivo en los cajeros y que la gente no tiene forma de sacar efectivo del banco. Alguien, a manera de reclamo, cuenta que los oportunistas de la calle están ofreciendo efectivo cobrando comisión. Como si se tratase de una ironía, alguien que se promueve en las redes como “emprendedor” defiende la posición diciendo que eso es parte del emprendimiento, y que son oportunidades en bandeja de plata que cualquiera aprovecharía.

Después de dedicar no sólo tiempo sino dinero en formarme como emprendedora, sólo queda ponerme las manos en la cabeza y darme cuenta que la inteligencia no siempre es ética, sobre todo cuando los valores son difusos. Una persona puede llamar emprendedor a cualquier aprovechador de la calle, al oportunista que hace agosto con la desgracia ajena, y al cortoplacista que está viendo de dónde saca dinero fácil y rápido. Esta gente es la que crea el caos financiero, desde su viveza miserable.

Luego de estas dos historias, yo elijo quedarme con Jeison, porque representa la inteligencia desde el alma, y que, por haber sido también mi historia, sé que logrará buenas cosas en su vida.

Tal vez no cambie la cultura de mi país, pero estoy más que feliz de cambiar el destino de alguien que sabe lo que es vivir en Armonía Financiera, sin importar si tiene poco o tiene mucho.