1 Oct, 2016 | Probablemente la pregunta que más hago a las personas es ¿Cuál es el rol del dinero en tu vida? ¿Qué viene el dinero a hacer en ti? Aunque esas preguntas parecen raras (u obvias, según con quien se hable). Esta semana voy a hablar del dinero como instrumento de paz.

María C es asesora de negocios digitales, y su trabajo es crear sitios en internet que permitan a profesionales ofrecer sus servicios. Una conocida le refiere a un hombre “excelente y refinado” para armarle su sitio web de servicios profesionales. En menos de 2 semanas, María C tuvo 4 discusiones con su cliente por exigencias que ni siquiera estaban en el contrato. En la quinta vez, su cliente le dice: “haces lo que te digo o me devuelves el dinero”. María, sin pensarlo, le dijo: deme su número de cuenta, porque en este momento dejo de ser su proveedora.

¿Se puede despedir a un cliente?

En realidad, no. Un cliente es alguien que comulga en principios y visión. Tal vez hayan discusiones de forma, pero cuando el problema es de fondo, ya no tiene sentido perder el tiempo con alguien que, hagas lo que hagas, no vas a poder ofrecerle lo que busca. Cuando tienes que despedir a un cliente, en realidad es cualquier cosa, pero no es un cliente

Cuando lo único que nos queda es romper la relación, lo más sano es hacerlo desde la paz y el agradecimiento. Aprendimos con quien no debemos trabajar, pule una nueva cara del diamante de nuestro negocio y augura más éxito a futuro.

Pero nada de esto se daría, en un entorno de apego al dinero. Por eso, cuando despedimos a un cliente, debemos devolverle el dinero por el servicio no prestado. Obviamente, hay casos de gastos operativos que deberían cubrirse, pero aquí aclaro algo: Si el dinero no viene con gratitud, es mejor no mantenerlo.

El dinero es el camino de la paz cuando me permito dejar ir amorosamente a quien, de otra manera, se quedaría generándonos angustias y discusiones sin sentido. Nadie nos debe nada, porque sólo somos custodios temporales de los recursos en esta existencia llamada vida. Entonces devolvamos el dinero, y deseemos el bien para todos.

Y cuando experimentes el desapego al dinero, experimentarás la misma experiencia de María C: al poco tiempo llegó un cliente tal y como ella ahora sabe que se merece, al cual le está dando lo mejor de sus talentos para que quede al final el mejor resultado de su esfuerzo.

Recuerda que en la vida y los negocios hay sólo una moneda valiosa: la confianza.

Joselyn es asesora en finanzas corporativas, psicología financiera y neuroeconomía. Es conferencista internacional y autora del libro Semillas de Riqueza. Sabe convertir el dinero en una energía de amor para los que cambian el mundo, mientras disfruta de una vida simple. Conócela en www.JoselynQuintero.com