28 Sep, 2016 | Es permanente y continuada. Vivimos este proceso político como por asaltos. De episodio en episodio. Sorteando vendavales y tempestades. Cuando creemos que una etapa se ha superado, a la vuelta de la esquina tenemos otra. Mientras en Colombia se firma la paz, nuestra oposición persiste en la guerra.

Estos ingratos hijos de Venezuela no dejan a la patria en descanso. Buscan alianzas de cualquier género y especie, nacionales e internacionales. Acaban de salir del tan cacareado 1 de septiembre y ahora vuelven sobre la aplicación de la Carta Democrática, mencionan una nueva toma de Venezuela y hasta un paro nacional por el revocatorio. No respetan las decisiones del CNE.

El único proyecto que ellos tienen es salir de Maduro, para entregar el país al FMI, a la privatización de los servicios, incluyendo educación y salud, al despido en masa de trabajadores, la rebaja de los sueldos y pensiones y todo lo que sea inversión social, que para ellos es gasto público. Sueñan con el regreso de los apátridas quienes desde afuera nos vilipendian y desacreditan. Eso, entre otras cosas terribles, es lo que nos espera si ellos llegan de nuevo al poder ¡Dios nos libre! Un desastre, un retroceso, una quiebra total, un cataclismo político, que sólo dejaría ruinas, persecución y mortandad.
Sí. Esa es la Venezuela que ellos y algunos grupos quieren. Pero es muy difícil que lo logren, pues antes tendrían que provocar un genocidio para acabar con el chavismo, que dará la batalla, porque cuenta con un ejército de jóvenes formados políticamente y probadamente patriotas. Porque además, el bien triunfa sobre el mal cuando la causa es justa.

Estamos bajo amenaza, no cabe dudas, inclusive cualquier sea el presidente electo de EEUU, también representa un problema. Uno no sabe cuál es peor. Debemos estar permanentemente en alerta. Sin embargo, el país sigue su marcha. Anteayer comenzaron con normalidad las clases, más de 10 millones de niños asisten a sus escuelas, provistos de libros, uniformes y canaimitas. Todo gratuito, gracias a la revolución bolivariana. ¡Venceremos!