El ají es uno de los rubros que se cultiva con facilidad en Margarita. / Foto: JHONNATAN BENITEZ | @jhonnaphoto

27 Sep, 2016 | El pulmón de Margarita, también conocido como La Sierra, se ha convertido para un buen número agricultores en el sitio preferido para sembrar algunos alimentos, en especial el ají, y se habla de éste en particular porque es uno de los pocos rubros que se da con facilidad en los terrenos de Nueva Esparta.

Felipe Carrasco lleva 63 años labrando dos hectáreas de este sector y comentó que de esa especie, es la que mayor cosecha ha producido este año.

Agregó que también cultiva cilantro, céleri, lechosa, yuca y espinacas; pero que la época de sequía, aunada a la casi imposible obtención de plaguicidas, ha gravitado negativamente sobre las plantaciones de la zona.

Según Carrasco, sembrar ají es sencillito. El primer paso consiste en remover la tierra y abrir un hueco de poca profundidad para arrojar las semillas. Luego se cubre con escasa tierra y debe hidratarse dos veces al día. A los tres días brotan algunos tallos; es entonces cuando estos deben trasplantarse a un vaso para dejar los tallos en la sombra al menos dos días. Después, la pequeña matica de ají vuelve a la parcela donde nació.

La familia Carrasco procura trabajar los campos fértiles para febrero, cuando es menor la intensificación de las lluvias.

“Cuatrocientas plantas de éstas he sembrado, entre ají dulce, picante y margariteño”, señaló el labrador mientras apartaba el monte de los cultivos.

La participación de sus nietos no pudo faltar durante todo el proceso, pues -según dijo- se trata de un oficio de familia. “Yo me he dedico con orgullo a la agricultura desde que tenía cuatro años y varios miembros de mi familia también”, indicó Carrasco.

Venta

El agricultor destacó que las cosechas le sirven, en primer lugar, para abastecer a su familia. Además, constituye su medio de subsistencia pues lleva los excedentes de producción al Mercado Municipal de Conejeros, donde los comercializa.

Comentó que las ganacias en los últimos años no han sido las mismas debido a la problemática que enfrentan por hallar insumos necesarios para el desarrollo correcto de los cultivos.

Duración

Alrededor de tres meses es el tiempo que tarda una mata de ají en desarrollarse por completo. Esto significa que la familia Carrasco obtiene las cosechas más grandes por los meses de mayo y junio. En ese sentido, los terrenos pueden ser reutilizados para las otras plantaciones por el resto del año.

Sin embargo, los agricultores advierten que dichos cultivos ameritan de mucho más cuidados y mayor riego.

Objetan precios de plaguicidas

Agricultores de La Sierra denunciaron la dificultad que enfrentan a la hora de adquirir plaguicidas, así como sus elevados costos cuando los consiguen en el mercado negro.
“Las plagas dañan nuestras cosechas, en especial la mosca blanca, que es tan engorrosa para nosotros de controlar”, señaló el agricultor Felipe Carrasco, quien precisó que un litro del producto puede llegar a costar hasta 20 mil bolívares.