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Niños creyentes en la Virgen del Valle
Nuestros pequeños compartieron con Sol de Margarita cómo fue ese primer encuentro con la Patrona Oriental y la manera en que creció la devoción mariana.
Angélica Villarroel | @angelicvillabut

Creyentes en la Virgen

8 Sep, 2016 | Sentir devoción y amor por la Virgen del Valle es intrínseco al ser margariteño y más aún si es de raíces católicas. Por esa razón en todas las familias hasta los más pequeños manifiestan su fe en la Patrona de Oriente y celebran cada ocho de septiembre su Día, participando junto a los adultos en misas, rezos, procesiones y paseos por el mar, para después cantarle el cumpleaños.

Por todo ello, resulta gratificante conocer como los niños margariteños se enteraron de que la Virgen existe, es milagrosa y protectora:

Michell Guadalupe Rodríguez Mata, 9 años de edad

Al hablar de la Virgen del Valle, Michel Rodríguez sintió una inmensa alegría que se vio reflejada en su rostro. Ella contó que conoció de la existencia de la Reina de los Mares por su bisabuela Narcisa Villarroel, quien es su fiel devota.

“Mi abuela Narcisa empezó hablándome de la Virgencita que está en su casa, cuando yo tenía tres años, me decía que era la Virgen María, de los pescadores, del mar y la Patrona de Oriente”, expresó.

Confesó que cada vez que la ve su imagen, siente gran cariño. “Yo siento que me cuida en todo momento”.

Cada vez que su bisabuela reza el rosario, Michel está presente para acompañarla en sus oraciones y pedirle que “proteja a los enfermos, a la familia, a los que no tienen nada y a todas las personas que la necesitan”.

Los ocho de septiembre de cada año comienza por celebrar el Día de la Patrona de Oriente cambiándole el vestido a la imagen que está en casa de su bisabuela. Después visita el santuario en el Valle del Espíritu Santo para verla y hablar con ella.

En el catecismo también le han enseñado a respetarla y tenerla presente en todo momento de su vida.

Odriannys Del Valle Millán Urdaneta, 9 años de edad

Odriannys Millán es un milagro de la Virgen. Antes de venir al mundo su familia realizó una caminata desde La Guardia, municipio Díaz, hasta la Basílica Menor de la virgen en el Valle para que ella naciera con buen estado de salud.

Hoy día la pequeña manifiesta sentir una gran veneración por ella porque siente que siempre la cuida. “La llevo siempre conmigo en una medallita”, dijo.

A pesar de su corta edad, Odriannys está consciente de que es una madre para el margariteño. Las veces que ha estado enferma han sentido que la ha curado para que se pueda levantar de la cama.

Acostumbra colocar flores hermosas ante la imagen mariana para celebrar su fecha de cumpleaños cada ocho de septiembre. “Para mí y mis abuelas, Nelly Velásquez y Dexcys Salazar, es una tradición cambiarle el vestido a la virgencita”, afirmó.

Gabriela Isabel Hernández Mata, 7 años de edad

En la habitación de Gabriela Hernández está una imagen de la Reina de los, Pescadores. Todas las noches antes de irse a dormir, esta pequeña se acerca al retrato de la Patrona para orar por la salud de toda su familia y para pedirle que siempre la cuide.

Comentó que ha escuchado hablar mucho sobre la Virgencita por su hermana Michell Rodríguez, “ella me dice que es milagrosa”.

Aunque no ha tenido la oportunidad de asistir cada primero de septiembre a la Iglesia del Valle para apreciar desde cerca la bajada de la Reina de los Mares, Gabriela se encarga de sintonizar un canal de televisión para ver la transmisión de esta hermosa ceremonia religiosa. Recuerda como si fuese ayer, la primera vez que visitó el santuario, lo que para ella tiene un significado muy especial.

María Natividad Rodríguez Velásquez, 8 años de edad

La primera vez que María Rodríguez vio una imagen de la Virgen del Valle fue en su hogar y ha sido su madre, Wilmarys Velásquez, la que se ha encargado en todo este tiempo de hablarle de lo milagrosa y protectora que es la patrona.

“En la casa de mi abuela también hay una Virgencita metida en una capilla y siempre que voy la veo”, manifestó.

También dijo que siente que la Virgen le ha concedido el favor de ayudarla las veces que se lo ha pedido. Frecuentemente va con su familia a visitar a la Virgen Marinera en el Valle y le llevan flores de distintos colores para hacerle honor a su belleza.

En años anteriores, ha celebrado el Día de la Virgen asistiendo al paseo de la imagen en peñero por el mar en La Guardia. Este año en particular se unirá junto a su familia a una peregrinación que saldrá desde las pozas de San Juan, municipio Díaz, hasta llegar a las alturas de La Sierra, en el municipio Arismendi.

Jorbelys Mariannys González Fernández, 9 años de edad

Cuando se vino a vivir a Margarita, Jorbelys González recibió de las manos de su padre, Simón Marval, un collar con una medallita de la Virgen del Valle. Aunque ha pasado el tiempo todavía conserva este regalo con el que, desde entonces, se ha sentido bendecida. “La Virgen me acompaña siempre y la llevo conmigo en mi medalla”, expresó.

Para Jorbelys la Patrona de Oriente es sagrada, hermosa y también una madre. El amor y la devoción que siente por ella son tan grandes que no puede acostarse a dormir sin antes encomendarle sus sueños. “Yo siempre le pido que me permita reencontrarme con mis hermanos otra vez”, comentó.

En ocasiones ha participado en celebraciones religiosas en honor a la Virgen del Valle. Este ocho de septiembre desea asistir a la Basílica Menor para ver la imagen de la venerada y entregarle flores blancas “como me gustan para ella”, sostuvo Jorbelys.

Eduardo Enrique Melchor Fernández, 8 años de edad

No solo en su hogar sino también en la escuela, Eduardo Melchor ha escuchado hablar de lo milagrosa que es la Virgen del Valle.

Al día de su bajada, en el santuario de El Valle, ha asistido en reiteradas ocasiones porque es una de las formas que encuentra para manifestar su amor por la patrona.

Comparte su fe en la Virgencita con quienes lo rodean, pues su amor por ella es cada vez más infinito. Todos los años participa en su hogar cambiándole el vestuario a la imagen mariana y le pone velas para agradecer todo lo que hace por él. “Le pido siempre que me cuide a mí y a todas las personas que me rodean”, mencionó Eduardo.

Edgardo José Pinto Rodríguez, 11 años de edad

La familia de Edgardo Pinto es fiel creyente de la Virgen del Valle y esa es la razón por la que el niño conoce de la existencia de la venerada desde que tenía tres años de edad.

“Siento que ella protege a los niños y le concede milagros”, expresó Edgardo al referir que la Patrona ha ayudado a sanar a sus familiares las veces que han estado enfermos porque él se encarga de pedirle el favor con mucha fe y devoción.

“La Virgen es muy especial para mí, siento una gran conexión con ella y eso hace que la tenga presente a donde quiera que vaya”, comentó.

Eduardo celebra con sus parientes el Día de la Reina de los Pescadores en su hogar, le tocan canciones y también el cumpleaños como lo merece.

A él le encantaría poder acompañar a la Virgencita Del Valle este ocho de septiembre en el santuario para agradecerle de cerca todo lo que le ha concebido a lo largo de su vida en un día tan especial como este, en el que la Reina recibe cantos y alabanzas a toda hora.

Diego Agustín González Cedeño, 10 años de edad

Cada vez que puede Diego González le habla a sus amiguitos sobe la existencia y lo grandiosa que es la Virgen Del Valle con los niños.

“No me da pena hablar de ella, porque yo creo mucho en mi Virgencita y sé que está conmigo en las buenas y en las malas”, manifestó.

Diego González siente gran amor por la patrona y con frecuencia la visita al santuario en El Valle en compañía de su tía. En el hogar donde vive hay una imagen mariana y le cambia las flores cada cierto tiempo para verla hermosa, “más de lo ya que es”, refirió.

Daniangela Del Valle Salazar Maldonado, 10 años de edad

Llevar el nombre de la Virgen del Valle hace ser muy feliz a Daniangela Salazar, porque siente que está bendecida para toda la vida.

Por las mañanas al levantarse, Daniangela se encomienda a la Virgencita para que su día sea grandioso y provechoso. “Ella ha sido muy cariñosa, muy linda conmigo y yo estoy contenta por eso”, expresó.

En familia le reza un rosario ante la imagen que está colgando de la pared en su hogar. Acostumbra hacerlo porque es la forma que encuentra para sentirse en comunicación con la Patrona y aprovechar para agradecerle por los milagros que le ha concedido, “sobre todo aquellos milagritos cuando estoy enferma, o alguien de mi familia que ella nos cuida y nos sana para que estemos mejor”, añadió.

Jhackelin Del Valle González Henríquez, 9 años de edad

Jhackelin González se siente bendecida por considerarse un milagro de la Virgen del Valle. Confesó que cuando estaba en el vientre de su madre eran pocas las posibilidades que tenía de sobrevivir en el parto. “Se salvaba mi mamá o yo, y mi mamá le pidió a la Virgencita que nos salváramos las dos y que yo llevaría su nombre”.

Desde la primera vez que sus padres la llevaron a la Basílica Menor de Nuestra Señora del Valle, Jhackelin comentó que le apareció escarcha en su cuerpo, lo que se repite cada vez que la visita.

En sus oraciones por las noches le pide a la virgen que le de inteligencia, “cuide de mi madre y cuando sea grande le de fuerza para levantarla”. Actualmente la niña pertenece a la Infancia Misionera de la Iglesia María Auxiliadora en La Guardia, municipio Díaz, y eso le ha permitido mantenerse más de cerca de ella.

“Allí nos cuentan historias de la virgen, hacemos dibujos de la virgen y siempre la tenemos presente”, comentó.

La protectora de los mares

La protectora de los mares

Para los hijos de hombres y mujeres que son pescadores en la isla de Margarita la Virgen del Valle, además de ser una madre, es también la protectora de los mares y siempre le rezan para que traiga de vuelta a sus padres cuando salen a la faena.

Valentina Isabel Carreño Salazar, 10 años de edad

A los tres días de nacida, Valentina Carreño, la llevaron por primera vez a la Virgencita del Valle en la Basílica Menor. “Fueron mis padres para pagar una promesa que le habían hecho para que yo naciera bien”, expresó.

Su fe, como buena católica, ha aumentado con el pasar de los años. Su padre, Reinaldo Carreño; quien es pescador, le ha dicho que la Vrgen cuida siempre de los marineros cada vez que salen a la faena en el mar.

“Una vez mi papá salió a la mar y se hicieron las 4:00 de la tarde y no había regresado, nos dio miedo y con mi mamá me puse a rezar para que no le pasara nada malo y la Virgencita lo devolviera a la casa”, comentó Valentina.

Ángel David Velásquez Salazar, 10 años de edad

El pequeño Ángel Velásquez le pide siempre a la Virgen del Valle que lo ayude para llegar a ser un gran médico o un militar cuando sea grande, porque ya ha acompañado a su padre, Asdrúbal Velásquez, a salir a faenar y siente que no es la actividad que desea desempeñar en el futuro.

Ángel es el cuarto de cinco hermanos y su familia siempre le ha inculcado que las promesas a la Virgencita siempre hay que cumplirlas. “Por eso cada vez que mi papá le hace una petición yo lo acompaño a la iglesia en el Valle para que la cumpla”, agregó.

Con su familia asiste a las celebraciones que le hacen a la Patrona de Oriente para rendirle honor y manifestar su fe. “En la casa yo tengo una virgencita y cada vez que puedo le cambio sus flores y le pongo un velón”.

Anabelys Del Jesús Hernández Marín, 11 años de edad

En la familia de Anabelys Hernández han ocurrido varios milagros atribuidos a la Virgen del Valle, lo que ha hecho que su fe y devoción por la Patrona sea más grande.

Anabelys dice que no hay un día que deje de pensar en la Virgencita, porque su padre Asnaldo Hernández es pescador y cada vez que sale a trabajar en las profundas aguas del mar “yo le rezo a ella para que mi papá esté protegido y obtenga buenos resultados en la faena. También cuando es tarde y no ha llegado de la mar yo me preocupo y acudo a la Virgencita”.

Sabe que mentirle a nuestra Patrona de Oriente es cometer un pecado y por eso “no lo hago”, admitió.

En su hogar existe un mayor compromiso porque deben vestir tres imágenes de la Virgen que permanecen en la sala, pero Anabelys sostuvo que disfruta el momento de cambiar el vestido y, colocarle velas y flores a cada una.

Rosángel Del Valle Zabala Carrillo, 11 años de edad

En el hogar de la pequeña Rosangel Zabala siempre está presente la Reina de los Mares. “Yo siempre escucho a mi abuela orar y pedirle a la Virgencita que cuide de mi padre cuando sale a pescar para que no le pase nada malo por el camino y que traiga pescado”, expresó.

Siente que por llevar como segundo nombre el Del Valle, le ha permitido tener una conexión especial con la Patrona de Oriente. “Sé que ella me va a cuidar siempre”, refirió muy sonriente.

Rosángel confesó que su fe por la Virgen aumentó “cuando ayudó a mi abuela a levantarse de la cama cuando se vio muy enferma”.

Rosángel cree y siente un amor muy especial por la virgen Del Valle, así lo manifestó el día de la entrevista. “Ella me acompaña hasta para ir a la escuela. Tengo una imagen de la Virgencita colgando en mi cartuchera y no me separo de ella”, comentó.

Dijo que su padre, Julio Zabala, quien es pescador, “es muy devoto de la Reina de los Mares así como yo". Antes que culmine este año acompañará a su papá a cumplir una promesa a la patrona de oriente en el santuario del Valle, “si mi abuela se mantiene con buen estado de salud”.

Alí Armando Tovar Ramírez, 9 años de edad

“La primera vez que vi a la virgencita me quedé asombrado, me dio mucha emoción. Ella es muy hermosa y viste bonito”, confesó el niño Alí Tovar; quien todos los años celebra la fiesta de la Virgen del Valle con la familia.

“Los ocho de septiembre le cantamos el cumpleaños con una torta en la casa para hacerla sentir que nos importa y que es especial para nosotros”, dijo.

De sus oraciones no se escapa una que vaya a nombre de su papá el pescador Alí Tovar, “para que la Virgencita me lo proteja siempre que sale a pescar”. Sabe que para los marineros la protección de la Patrona es algo muy importante porque corren grandes riesgos cuando salen a navegar.

Yuibel Alexander Ortega Rodríguez, 8 años de edad

“Mi abuelita Carmen Rodríguez fue quien me mostró a la Virgencita por primera vez y me habló con mucho amor de ella”, comentó Yulibel Ortega.

Su creencia por la Virgen del Valle lo ha conducido a participar en las caminatas y paseos que se hacen en su honor en las poblaciones de La Isleta y Centro Hispano en Macho Muerto. “Nadie me obliga, yo siempre estoy pendiente de cuando las hacen”, agregó.

Como su padre es pescador y lo ha acompañado en reiteradas ocasiones al mar, antes de subirse a la embarcación se encomienda con devoción a la Reina de los Pescadores para que lo libre del peligro. “Desde que tenía cinco años he ido varias veces con mi papá a trabajar con las nasas, el nylon (…)”.

Frederick Rafael Rosas Marcano, 8 años de edad

“Cuando mi familia se ha encontrado en apuro la Virgencita siempre nos ha ayudado para que estemos bien”, comentó el niño Frederick Rosas.

Entre sus principios está respetar a la Reina de los Mares. “Yo la quiero mucho y la siento muy especial en mi vida, así como una madre”, resaltó.

Los padres de Frederick, Freddy Rosas y Maigualida Marcano, son pescadores artesanales y le han hecho entender que la pPatrona es su única guía cuando salen a trabajar. “Gracias a ella, ellos consiguen el alimento para la casa”, expresó.

En las celebraciones que hacen en su comunidad para rendirle honor a la Virgen, él está siempre presente para manifestar su fe.

Rubén Darío Almeida Rosales, 10 años de edad

Aunque su hermanita es muy pequeña, Rubén Almeida vive hablándole de la Virgen Del Valle para que crea en ella así como lo hace él.

“Mis padres me enseñaron que así debe ser y ya es natural que uno sienta mucho amor por la Patroncita”, dijo, sin olvidarse que cuando tiene algún problema “recurro es a ella porque sé que me va a entender y ayudar”.

Manifestó que aunque no ha tenido la oportunidad de visitar a la Virgen en su templo en el Valle del Espíritu Santo, “veo su rostro siempre en las estampitas que tenemos en la casa, en donde mi abuela” y muy curiosamente en las tablas del bote de su papá Adrián Alfonso, quién se dedica a la pesca.

Isabela María Guzmán Marín, 8 años de edad

Isabel Guzmán acompaña cada ocho de septiembre a su padre pescador, Cruz Guzmán, a celebrar el glorioso día de la Virgen del Valle en la capilla de Las Piedras en Juan Griego junto al resto de los hombres de mar que habitan en esa localidad.

“Allí le rezamos el rosario y la sacamos en procesión por toda la calle”, comentó. Este año tiene pensado ir también a verla en la Basílica Menor en El Valle.

Dijo que siente paz cada vez que le mencionan y habla de la Virgen, y que por esa razón “cuando mi papá se demora pescando yo le rezo a la Patroncita para calmar mis miedos, sentir paz y que mi papá va a volver con vida”.




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