28 Ago, 2016 | “Yo quiero que me expliquen como si fuera un niño de cinco años, el rollo ese del revocatorio, porque hasta ahora lo único que sabemos es que los señores opositores dicen que tienen tiempo suficiente para que ese proceso se realice este año, mientras que los no menos señores del oficialismo afirman que la Muda perdió el tiempo y que ya no hay chance para hacer esa consulta antes del 10 de enero de 2017”.

El tío Caballo Rojo comenta en nuestro matinal encuentro que lo primero que se le ocurre es que ambos bandos no están siendo suficientemente claros en sus posiciones y eso está generando mucho ruido en el común de la gente.

La información que yo conozco es que a principios de año, un sector de la Muda propugnaba la solicitud del revocatorio como salida política a la crisis que en todos los aspectos vive el país, pero otros hablaban de exigir mediante la movilización, la renuncia del Heredero y su combo, de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente y también de la aprobación de una enmienda constitucional para recortar el mandato presidencial.

Al final, decidieron recorrer todos los caminos, pero dándole prioridad al RR, proceso en el cual están embarcados y para cuya realización, si el organismo electoral lo quiere y dispone, hay tiempo suficiente.

Pero con lo que no contaban los jefes opositores era la descarada actitud de la rectoría comicial de inventar toda suerte de normas sobrevenidas, que no existían cuando se efectuó el referendo contra el Difunto, quien por cierto no tuvo miedo alguno enfrentarlo, seguro como estaba de su triunfo.

En esta oportunidad, como los seguidores del Mirón de Pajaritos están convencidos de que en cualquier aventura electoral en la que se embarquen serán ampliamente derrotados, le pidieron a Doña Tibia y sus alcahuetas que le dieran largas al proceso, por lo menos hasta después del 10 de enero, fecha tope para que el revocatorio tenga el efecto de hacer necesaria una convocatoria a elecciones presidenciales.

El oficialismo juega a dos cartas. La primera es que, de efectuarse el RR fuera del lapso ya indicado, saldría el Heredero pero ellos quedarían con el poder, pues el vicepresidente, o sea el Niche de Barlovia, sería el jefe de estado hasta finalizar el periodo, con lo cual tendrían tiempo para intentar resolver la crisis económica y social del país, cosa que será imposible de mantener sus actuales políticas.

La otra carta es que, pasado el 10 de enero, la Muda desista del revocatorio al no poder hacerse del poder mediante elecciones adelantadas y deberá esperar a los comicios de 2019 o intentar las otras dos opciones señaladas al comienzo.

En todas las circunstancias ya referidas, lo único seguro es que el gran perdedor es Juan Bimba, o sea, el pueblo, que vería prolongado su exacerbado sufrimiento, lo cual nos coloca ante el peor de los escenarios: el estallido social y la revuelta popular. ¿Y quién decide la vía a seguir? Doña Tibia.