27 Ago, 2016 | Cuando decidí dejar mi país, diría que los tres primeros años fueron los más difíciles. Otra cultura, otro clima, era la sensación de cómo volver a nacer. Seguramente muchos de ustedes se sienten identificados, tal vez en algún momento has tenido esa sensación de extrañar lo conocido.

¿Qué pasa en ese proceso? Muchos tienen que dejar a sus seres más queridos y ahí entran en un dilema, pero resulta que nada te pertenece ya que eres ciudadano del mundo. Naces en un lugar, pero no sabes dónde será tu final en este hermoso proceso que se llama vivir.

Comienzas a comparar y lamentarte, te das cuenta que no eres feliz, nada te gusta, el quedarte pegado a este sentimiento no te deja evolucionar como persona, tampoco a los que están tu alrededor. Te quedas en la lamentación, pero tampoco haces nada por cambiar tu situación.

En mi propia experiencia me sirvió poner en balance saber y aceptar que no estoy en mi país, pero miro alrededor y aprecio lo hermoso que es, todo lo que tengo, la naturaleza, tener nuevas oportunidades. Agradezco y abrazo con amor a Ámsterdam porque es la ciudad que me da cobijo.

Comienzo a valorar lo que en mi país hay, por ejemplo el sol radiante casi todo el año, porque aquí no tenemos siempre, que cuando sale es la alegría de todos y, como este ejemplo, muchos más.

No siempre se puede tener todo a la vez y tampoco a todos tus seres queridos, pero sí te gustaría estar con ellos, no dejes pasar tantos años sin ir a visitarlos. No pongas excusas, cuando vienes a ver ya ha pasado mucho tiempo y buscándole las cinco patas al gato, te pierdes de compartir con ellos y sigues condenado a tu propia distancia.

Como todo en la vida toma acción de lo que quieres hacer, organízate y lleva tu plan a cabo. A mi hijo le enseño que vivir en un país diferente no es impedimento para lograr sus metas. Le muestro que tiene sus propias herramientas para que sepa que en cualquier parte del mundo puede defenderse y no atarse a sus propias añoranzas.

El mañana para mí es ahora, porque quizás más tarde vendrán las lamentaciones y querer saber el porqué. Ya en este caso te puedo decir que todas las preguntas que te hagas están de más. Tu situación no mejorará ni cambiará por mucho que te la cuestiones.

Cualquiera que sea tu situación, lo quieras hacer y emprender en tu vida, que tu distancia no sea tu propia condena para llevarla a cabo, no dejes que tus años pasen en vano, vales mucho y piensa que no se tiene todo el tiempo.

Siente y vibra con tus deseos, eres el único responsable de tu vida, que hay circunstancias difíciles pero también se sale adelante. Eres el creador de la vida que deseas tener, rompe la condena a tu distancia, si yo pude estoy segura que ¡Tú ya puedes lograrlo!