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Hoy abrazamos al Che
Una vez que triunfó la Revolución Cubana se convirtió en uno de los iconos de la misma, cumplió con importantes funciones. Incluso, desarrolló su tesis sobre la solidaridad entre países socialistas.
Pedro Salima

17 Jun, 2016 | En un poema el escritor uruguayo Mario Benedetti nos advierte que al Che lo han cubierto de afiches y de pancartas, como una manera de enterrarlo para transformarlo en estatua. Así actúan las corporaciones publicitarias para ponerle punto final a las figuras paridas por los procesos revolucionarios. El resto del trabajo lo hacen otras corporaciones, como la cúpula de la iglesia.

Hago esta referencia para dejar claro que resulta comprometedor hacerle un homenaje a Ernesto Guevara, mejor conocido como el Che, pues podríamos resbalar en la posibilidad de convertirlo en un héroe de mármol para lanzarlo al garete, como bien nos advirtió el escritor uruguayo. Asumimos el riesgo, pues Venezuela vive un proceso que le debe mucho a las arengas, escritos, ideas y sacrificio personal del Che. No en vano el Comandante Hugo Chávez alguna vez tomó del discurso de Fidel Castro en la Plaza de la Revolución, el 18 de octubre de 1967, lo siguiente: “Si queremos un modelo de hombre, un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de hombre que pertenece al futuro, ¡de corazón digo que ese modelo sin una sola mancha en su conducta, sin una sola mancha en su actitud, sin una sola mancha en su actuación, ese modelo es el Che! Si queremos expresar cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo el corazón de vehementes revolucionarios: ¡Queremos que sean como el Che! “. Y nuestro Comandante nos dijo: ¡Tenemos que ser como el Che!. Es una de las tantas tareas que nos dejó Chávez y que no hemos cumplido.

Por estas y muchas razones nos sentimos comprometidos a hacerle el homenaje a este hombre, nacido en Rosario, Argentina, el 14 de junio de 1928, que hizo de la solidaridad un camino a seguir, por encima de muchas circunstancias. Basta dar una mirada a la película “Dirios de motocicleta”, de Walter Salles, para ver al joven estudiante de medicina en 1952, cuando decide recorrer parte de América Latina, junto a su amigo Alberto Granados. Allí mostró su espíritu solidario.

Más tarde conocería, gracias a quien sería en el futuro su primera esposa, Hilda Gadea, a Fidel Castro en México. Se metió en el candelero cubano y se embarcó en la expedición del Gramma como médico. Una vez que triunfó la Revolución Cubana se convirtió en uno de los iconos de la misma, cumplió con importantes funciones. Incluso, desarrolló su tesis sobre la solidaridad entre países socialistas. Sostuvo que las relaciones o en el campo comercial, no debería lo monetario, sino el intercambio, la solidaridad de los pueblos. Luego, su espíritu revolucionario lo llevó a marchar a luchar en otros países. La solidaridad por delante. Hasta que la muerte lo sorprendió en Bolivia.

Nos sentimos comprometidos a homenajear a este gran militante revolucionario. Lo hacemos desde el Comité de Solidaridad Venezuela-Cuba “Florentina González” hoy viernes, a partir de las 6:00 PM, en la Casa de la Diversidad, uicada en la Calle Unión, en pleno Casco Histórico de La Asunción. Rcordaremos al Che en videos, fotos, libros, afiches, dibujos, pinturas, música, poesía y en una disertación a cargo del Almirante Víctor Ortiz Rojas.
Nos vemos allí.




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