24 May, 2016 | Mucho se ha dicho sobre el Presidente argentino Macri y sus declaraciones en cuanto a romper con el estilo diplomático de la Presidenta Kirchner y abogar por el respeto de los derechos constitucionales y demócratas en la región a través de Unasur, Mercosur, etc. Sin embargo, no hemos escuchado críticas al veto que como Presidente le acaba de propinar a la propuesta del Congreso de su país al aprobar una Ley Anti despidos como mecanismo de protección social a la crisis inflacionaria que se vive en el país del cono sur. El veto del Poder Ejecutivo es una facultad establecida en muchas legislaciones precisamente para que cada Poder pueda emitir sus opiniones y ejercerse plenamente el equilibrio de las fuerzas públicas. Más allá de si el Presidente Maduro ha abusado de su facultad de veto o devolución de las leyes hasta ahora aprobadas por la Asamblea, lo cierto es que el Presidente Macri en solo 6 meses, tiene un índice de veto sobre el 25% de las propuestas legislativas de dicho país sin que hasta ahora se levante la voz y se señale esa actitud como autoritaria por su parte. El ejercicio del Poder es un juego de balances y en la situación venezolana estas no aparecen. La difícil coyuntura nacional debe sentar a todos los actores a decidir la gobernabilidad del país, para los próximos meses y hasta 2018. Cada parte cederá para alcanzar una meta y lo contrario es un estallido de desilusiones por parte de una población acorralada. Si la Asamblea se empeña en llevar una agenda que busca solo sacar del poder al Presidente y este último se dedica a gobernar en función de limitar a la Asamblea se perderá un tiempo valioso para recuperar al país.