29 Abr, 2016 | Forzadas por más del 90% de los venezolanos y la solidaridad respetuosa y democrática a nivel mundial, las señoras rectoras del Consejo Nacional Electoral aprobaron entregarle a la oposición las planillas para firmar por el revocatorio. La fuerza de la opinión pública las venció finalmente. Se les agradece, sin embargo. Aunque el país entero sabe que tales funcionarias, militantes sin carnet del PSUV, cedieron muy a su pesar. No pudieron cumplir a cabalidad las instrucciones de torpedear el proceso que recibieron de Miraflores y la Sala Constitucional les aseguró respaldar. Entendieron que suya podría ser la culpa de lo que en el país ocurriría si se negaban a cumplir su deber constitucional, porque es un derecho de los ciudadanos revocar al mandatario que no cumple con sus obligaciones. Ahora les resultará supremamente comprometido salirse de la legalidad para impedir que el pueblo, por la vía del revocatorio, le diga adiós a Maduro.

Pretendieron correr la arruga de manera que el retardo fuese la excusa leguleya, electoralmente hablando, para trabar el desarrollo del proceso que, sin duda alguna, terminará facilitando el cambio de gobierno. Siempre y cuando el oficialismo en todas sus instancias, desde Miraflores a Fuerte Tiuna y desde Carmelitas a los colectivos rojos, entiendan que la soberanía descansa en el pueblo. Y cuando el pueblo la ejerce no hay partido ni ideología que la detenga. Tampoco chantajes, insultos, amenazas. Menos apoyos de magistrados y militares declarados chavistas, cuestión que expresamente prohíbe nuestra carta magna.

Ahora, a firmar por Venezuela. Reunir un número extraordinariamente superior al exigido para que conste de ese modo que la decisión de revocar al presidente es ya indetenible. Que al mundo no le quede duda alguna de la voluntad popular, de su peso, de su significado, de su conveniencia para la paz de la república. Una verdad que Maduro no ha querido reconocer ni aceptar, cegado como está en que no es culpa suya sino del adversario el pésimo gobierno que dirige.