La isla de Margarita se convirtió en la plataforma que requería Alejandra Brandt para cumplir sus sueños y comenzar a ayudar en la superación de las personas mediante técnicas alternativas que la ayudaron grandemente. / Foto: DANIEL RAMÍREZ

14 Feb, 2016 | Alejandra Brandt Silva es una mujer que transmite tranquilidad y armonía, justamente ese es su propósito en la vida: ayudar a las personas a estar en paz mediante tratamientos alternativos que a través de los años y con mucha preparación aprendió en el transcurso de su vida.

Pero la vida de Alejandra comenzó a miles de kilómetros de la isla de Margarita. Fue un 7 de julio cuando esta mujer de profundos ojos verdes llegó al mundo en Caracas, la capital del país.

Sus padres son Hernán Brandt y Mercedes Silva, quienes además le dieron dos hermanos que se convirtieron en sus compañeros de aventuras en un mundo que estaba aún muy alejado de los dispositivos electrónicos y donde la creatividad y la inventiva eran el mejor recurso para jugar.

El patio de su casa en el sector El Cementerio en Caracas, era el campo de juegos con sus hermanos y primos, en quienes solo cabía la inocencia y asegura que aun cuando esta zona ahora es peligrosa, en aquel tiempo era muy tranquila.

Destaca la participación de su madre en su despertar creativo pues asegura que doña Mercedes Silva era muy buena con las manualidades, por lo que no dudó en trasmitirles sus conocimientos a sus hijos.

La vida familiar de esta caraqueña fue sana y estable a pesar del divorcio de sus padres cuando tenía 14 años. Ellos, a pesar de sus diferencias, le dieron puro amor y la alentaron siempre a seguir sus sueños.

Alejandra estudió en la escuela José González Méndez y en el liceo Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, de donde egresó para ingresar en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y cursar estudios de psicología.

Esta carrera la apasionaba pero pronto descubrió que había técnicas que iban más allá de lo tangible, algo que sin saberlo la atrapó y a lo que se dedicaría hasta el día de hoy.

Los tratamientos alternativos sobre la espiritualidad y la medicina alternativa comenzaron a llamarle la atención y poco a poco fue asistiendo a cursos, talleres y foros sobre estos temas.

Alejandra dice sin ningún problema que la razón que la llevó a seguir este camino era que deseaba resolver algunos problemas en su vida y confiaba que estas técnicas la iban a ayudar a eso.

“Hay cosas que pasan en la vida que te marcan y hay que liberarse de ellas”.
Cuando por fin logró liberarse de las cargas que tenía, decidió que por medio de lo que había aprendido podría ayudar a otros, y aun cuando ve a la psicología valiosa, esta ciencia no la llena como persona.

Brandt se formó en renacimiento, constelaciones familiares y reiki, con esto empezó a labrar su camino en estas ciencias.

Fue en 1998 cuando decidió radicarse en la isla de Margarita y, pese a que los primeros seis meses fueron difíciles, ahora está segura que es la mejor decisión que ha tomado en su vida.

Sin conocer a nadie y sin un proyecto en mano, esta mujer empezó a tocar puertas y con la ayuda de un amigo entra a trabajar en la librería de la Casa de la Cultura de La Asunción. Para ella fue una época muy linda pues conoció a grandes personas como Magaly Salazar Sanabria quien fue su jefa.

Luego de dos años en este recinto cultural empezó a hablar con conocidos sobre las técnicas alternativas que practicaba y empezó a atender a sus primeros pacientes en su apartamento ubicado en la avenida Bolívar de Porlamar.

Recuperación activa

En el Centro Holístico Despertares atienden en diversas áreas como medicina china
y floral, constelaciones familiares, couching, psicología, varias técnicas de masajes, actividades grupales como el yoga, tai chi, meditación, mandalas, apoyo terapéutico.
Además, se dictan talleres variados los fines de semana, enmarcados en el crecimiento personal y la expansión de la conciencia.

Para Alejandra Brandt, el ayudar a las personas a superarse y crecer energéticamente es una de las motivaciones de su vida, pero asevera que el paciente debe ser activo en su recuperación.