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Cómo el perdón te ayuda a vivir en libertad
Siempre creemos, pensamos y esperamos que las cosas vengan de afuera. Todo tu amor, poder, valor están dentro de ti. El estar enamorado no solo quiere decir que sea de alguien o de algo, también puedes enamorarte de tu ser, tu propio yo y esto no tiene que ver con vanidad.
Mónica Tietz

13 Feb, 2016 | Todos llevamos equipaje en esta vida, sin embargo, es momento que te detengas y revises que llevas en tu maleta. Tal vez te sorprenda todo lo innecesario que hay en ella.

Desde pequeños escuchamos con frecuencia que tenemos que respetar a las personas mayores, a nuestro prójimo, a la maestra, pero nunca escuchamos decir o hablar del amor y perdón hacia ti mismo.

Siempre creemos, pensamos y esperamos que las cosas vengan de afuera. Todo tu amor, poder, valor están dentro de ti. El estar enamorado no solo quiere decir que sea de alguien o de algo, también puedes enamorarte de tu ser, tu propio yo y esto no tiene que ver con vanidad.

Porque cuando realmente te amas puedes entender que no necesitamos buscar afuera las respuestas y los éxitos. El amor y el perdón van de la mano. Perdonar es amar. Puedo escuchar que me dices, ¿cómo puedo perdonar a alguien que me hizo daño?

Ahora te pregunto yo, ¿a quién crees que le estás haciendo daño pensando de esa forma? Alguna persona en algún momento hizo algo que te dolió, sin embargo, el que permanezcas con la herida te hace un ser anclado en el pasado y duro contigo mismo en repetir una y otra vez ese tipo de pensamientos, en vez de soltar y liberarte de tus propias cadenas.

Es por esto que te digo que el perdón tiene que ver más contigo mismo que con el mundo exterior. Cuando perdonas te liberas. Y que sensación más bonita que sentirse y vivir en libertad.

En el mes del amor te invito a desprenderte de tu pasado, como lo hice yo, a donde quiera que fuera me sentía muy pesada, era algo que no podía ver físicamente, pero sabía que estaba allí y no entendía que era.

Cuando logré mis momentos de silencio, de conectarme conmigo misma me di cuenta que siempre traía una maleta invisible que pesaba no sé cuantos kilos, diría yo toneladas, y a donde fuera, ella ahí estaba. Recordándome algo, queriéndome decir algo.

Hasta que por fin me di cuenta que esa maleta estaba llena de muchos recuerdos, buenos y malos, creo que mas malos que buenos, odio, rabia, tristeza, lágrimas, quizás unos propios y otros adquiridos, ya sea por tus antepasados, por donde naciste, las costumbres, el país, en mi paso por esta vida.

Fue cuando reflexioné y decidí liberarme de todo aquello que me ataba al pasado, a los recuerdos, al odio, a todo aquello que sentía que no era mío porque no quería seguir viviendo de esa forma.

Perdoné silenciosamente a todo aquel a quien yo creí que en algún momento de mi vida me hizo algo y ¿sabes qué? Algo mágico sucedió. Desde ese momento me siento el ser más libre del mundo, sin cadenas que me aten a esos recuerdos, a ese pasado que no me pertenece.

Le doy gracias a esa maleta que siempre me acompañó, que de una u otra forma muy sutil me hablaba, me decía y quería contar cosas, pero por el correr de mis días y andar en piloto automático no le escuchaba.

Aún conservo mi maleta, pero ahora decido que recuerdos, momentos y vivencias poner en ella. Sé que a veces no es fácil, pasamos por momentos muy duros, pero eres tu quien decide como diseñar la vida que quieres, con quien y en donde estar. En mi maleta estarán los más bellos e inolvidables momentos vividos con mi hermano Paúl, quien ya no está físicamente.

Date el permiso, el tiempo, el momento de amar y perdonar. ¿Qué decides? ¿Tienes dudas? Recuerda que si de corazón quieres un cambio en tu vida, se puede, yo ya elegí el cambio, no olvides ¡TÚ YA PUEDES LOGRARLO!

Feliz Día del Amor y la Amistad.




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