10 Feb, 2016 | La alarma está encendida. Sucesos trágicos nos privan de connotados ciudadanos, cuya desaparición significa una pérdida para la cultura, para la educación, para la música y especialmente para sus familias. Lamento margariteño. El más reciente caso, que ha enlutado a la comunidad neoespartana, es el de nuestro querido amigo Cheo González. Y hace apenas unos meses, nos arrebataron a otro grande y querido amigo, Jorge Mier Hoffman. Lo más grave es que de acuerdo con lo que se lee en las noticias, "todo el mundo sabe quiénes cometieron el delito, pero no hay castigo para los delincuentes". En el primer caso, ni siquiera han apresado a los autores materiales de semejante crimen. Y en el segundo, faltan los autores intelectuales, quienes supuestamente se encuentran en Miami, donde seguramente son considerados perseguidos políticos. No hay respuesta. Esperamos por la justicia. Es alarmante que la sociedad quede a merced de los incorregibles, quienes andan sueltos y convencidos de que no les pasará nada o que la justicia no los alcanzará. Esto no tiene ninguna explicación, ni justificación y contribuye a crear la impresión de que existe una impunidad extrema, que contribuye además a sembrar el terror en la comunidad. La distorsión que existe en la sociedad es muy grande, hay un conglomerado de personas torcidas en su manera de proceder, quienes solo alientan conductas destinadas a sacar el mejor provecho de cualquier circunstancia. Si por lo menos dejaran de distorsionar la verdad, le harían un gran bien a todos los que esperamos una nivelación social, que nos permita un mínimo de respeto por la vida, por nuestras costumbres y los valores que siempre han existido, como marco de referencia para los buenos hábitos.

Que no sean solo los más "viejos" los que guarden como un tesoro recuerdos de una vida que, en particular en nuestra Isla, permitía disfrutar de paz, sosiego, vida familiar, sencillez de costumbres, honestidad y humildad. Añoramos la Margarita de entonces, donde no había ni centros de reclusión. Debemos actuar rápido.