7 Feb, 2016 | Como he dicho, en las regresiones se utiliza un método bastante inocuo ideado por el Dr. Brian Weiss, y donde el paciente siempre tiene el control de la regresión y puede suspenderla cuando así lo desee, no es un método de hipnosis, sino simplemente llevar al paciente a un estado de alfa meditación, no siempre se logra la regresión en todos los pacientes.

Y continuando con la narración de mi experiencia con algunas regresiones, ya en la entrega anterior de Récipes Mágicos, les hablé de mi propia experiencia.

Estaba en un conocido hotel de la Isla realizando una regresión a un grupo de aproximadamente 30 personas y al terminar el experimento, se me acercó una amiga que ya asistía a mis incipientes consultas de medicina holística y me dijo: «Doctor, suspendió la regresión cuando alguien me estaba persiguiendo para matarme». Me recuerdo de ella porque siempre yo le decía: «Chica, tú tienes cara de muchacho bonito pero no de una mujer adulta». Bueno, el caso es que le dije que fuese a mi consultorio para intentar de nuevo la regresión.

Asistió y tuve una experiencia muy interesante. Ya en plena regresión comenzó a sudar copiosamente, le pregunte qué la pasaba, me dijo que alguien a caballo le estaba persiguiendo para matarlo, en esa vida era un niño de 14 años. Le vuelvo a preguntar: «¿Por qué te quiere matar?».

«Porque yo vi que él mató a alguien». Le dije: «Fíjate bien en la cara de ese hombre que te persigue, ¿a quién se te parece?». «A mi esposo actual», fue su respuesta. De pronto entra en un estado de tranquilidad y me dice: «Me fui». «¿Cómo que te fuiste?». «Me acaba de matar con un hachazo en el cuello». Allí terminamos la regresión.

Luego, ya sentado, comentado, ella me dice: «Doctor, desde que me conozco, siempre he tenido un dolor en esa zona del cuello».

Han transcurrido 10 años de aquel momento, más nunca tuvo dolores en el cuello, la relación con su esposo que estaba muy mal se arregló, y su cara de muchacho bonito desapareció. Lo científico, es lo vivido.