23 Ene, 2016 | Todavía no has comenzado a leer este artículo, y ya piensas que no vale la pena leerlo. Esto de hablar de dinero, ricos y riqueza lo vemos como algo ajeno o algo a lo que no pertenecemos. Crecimos pensando que necesitamos mucho dinero para ser rico, y nos resignamos a ser del bando de los pobres. Aunque seguramente nunca te lo has planteado, aquí hablaremos de cuánto dinero, realmente, necesitas para ser rico.

Los números no son importantes, excepto por lo que significan

Aunque seas de las personas que dice “no soy bueno con los números”, en realidad, utilizamos los números todos los días y a cada instante. Basta con saber que un niño nace, e inmediatamente 3 de las primeras 4 preguntas tienen números: 1) ¿Cuándo nació? 2) ¿Cuánto pesó? 3) ¿Cuánto midió? Y 4) ¿Cómo se llama? Cada uno de estos números tiene un significado de peso, salud, tiempo de vida, entre otras cosas.

De la misma manera como el peso de un niño lo asociamos como una medida de salud, el dinero lo asociamos como una medida de riqueza. Si alguien tiene muchos millones, en seguida lo definimos como “rico”. Obviamente, al nosotros no entrar en el ranking numérico, pensamos que somos pobres, cuando en realidad el dinero es el resultado de cómo manejamos la riqueza que ya tenemos.

Dicho de otra forma: quien utiliza su riqueza con sabiduría, sabrá atraer dinero, y quien malgasta su riqueza, incluso si recibiera mucho dinero, siempre será inmensamente pobre. Es lo que hacemos con lo que tenemos lo que marca la diferencia entre riqueza y pobreza.

El mito del millón de dólares

Hasta hace unos años, cuando le preguntabas a alguien cuánto dinero necesitaba para ser rico, decía “un millón de dólares”. Pero, como ahora es muy fácil hacer el millón, entonces la gente dice “mil millones de dólares” (en inglés: billion). Como cosa extraña, siempre repetimos lo que escuchamos y no nos sentamos a calcular lo que realmente necesitamos.

En mi experiencia con las personas con quienes he trabajado, me doy cuenta que hay 2 tipos de personas: las que quieren un millón para gastarlo en lujos y las que se preocupan por necesitar cada vez menos. ¿Quién crees que está más cerca de vivir con riqueza? Aquellas que se enfocan en tener una vida simple, llena de tranquilidad y con menos apegos materiales.

Hay una diferencia abismal entre los que practican el minimalismo y los que viven en la miseria: autoestima y valor personal. Y cuando el problema es la falta de valor propio, siempre vivirás en la necesidad, buscando desesperadamente cosas que te hagan sentir más valioso ante tus amigos y seres queridos.

La riqueza ya existe para ti. Aquí y ahora.

En Venezuela sucede algo muy interesante, que al parecer nadie se está dando cuenta: desde una perspectiva global, el venezolano necesita cada vez menos para poder vivir con tranquilidad. Y tú me dirás: “pero te has vuelto loca, si cada vez necesito más”. El problema está en que estás analizando una situación local con mentalidad local… ¿Crees que la mentalidad y el entorno donde está el problema te va a dar alguna solución? No. Para resolver un problema local, necesitas tener una mentalidad global. Ser el país de Latinoamérica con el salario más bajo, tiene una ventaja enorme. Esa ventaja la han sabido aprovechar muchos profesionales de países como China, La India y Filipinas.

Mi consejo: siéntate y pregúntate cuánto representa, en moneda extranjera, la sumatoria de tus necesidades básicas, tus comodidades y esos gustos que te puedes dar de vez en cuando (haciendo énfasis en “de vez en cuando”). Luego tómate un tiempo y métete en internet a averiguar cuánto gana alguien como tú en esos países. Si eres de los que piensa en términos de lo que te falta, te vas a sentir indignado. Pero si eres de los que piensa en términos de oportunidades, descubrirás que eres un ciudadano profesional muy competitivo en el mercado global. Resuelve problemas locales con mentalidad global, y dejarás de ser del montón.

Una de las cosas que más valoro viviendo en Europa, es haber nacido en un entorno donde se vivía con el mínimo necesario. Antes lo veía como una debilidad (con mentalidad de pobreza), pero ahora es una enorme fortaleza, porque sé que ya tengo lo que necesito para vivir la vida que quiero. Y por ello confirmo una frase de Lair Ribeiro que Carlos Fraga siempre repite: “Rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita”.

Pero, a pesar de que yo repita toda esta información una y otra vez, muchas personas seguirán aferrados a lo que falta, a lo que no hay, a lo lejos que están de la riqueza. Si tú eres diferente y estás dispuesto a trabajar en tu consciencia de riqueza, te invito a dar una vuelta por mi blog, donde respondo preguntas como ¿Está la riqueza al alcance de todos? (y esto incluye a quienes hoy tienen poco, o tienen mucho).

Todo lo que eres hoy, es resultado de tu pasado. Todo lo que serás mañana, depende de lo que hagas hoy.