22 Dic, 2015 | Resulta lamentable que de las cosas buenas heredadas del comandante Chávez, no se le haga debido seguimiento y se hable de una herencia histórica que no es compatible con los hechos. En estos momentos de crisis económica, en donde los recursos del petróleo no sirven, entre otras cosas por su mala administración, sino para mantenernos en rojo en los números de crecimiento y en donde es imperativo que el gobierno nacional lance una señal de tranquilidad y de espíritu continental, el Presidente Maduro se excuse de estar presente en la reunión de mandatarios del Mercosur.

En particular es una nueva oportunidad perdida para enviar una señal de que las políticas públicas en materia económica van a modificarse para 2016 y así alentar a los gobiernos de la región y a los inversionistas privados uruguayos, argentinos, brasileros, etc., para que nuevamente confíen en Venezuela como un país receptor de fondos extranjeros.

Para incentivar la producción nacional es obligatorio contar con el apoyo de inversionistas amigos, porque el desarrollo tecnológico de los últimos tiempos, lamentablemente, ha sido nulo y necesitamos de mucho intercambio para poder lograr resultados moderados en 2016 y comenzar un nuevo país bajo un nuevo esquema económico. Hasta ahora y después del contundente resultado electoral solo hemos visto salidas políticas desde la corriente oficialista y esperamos que se den señales claras de que nuestra economía es la meta en este corto y mediano plazo del Ejecutivo Nacional como mecanismo para satisfacer la calidad de vida de un pueblo noble que ha sido maltratado (desabastecimiento, colas, etc.,) en su dignidad en estos últimos meses.