10 Oct, 2015 | La defensa de la soberanía territorial, política, económica, social o cultural es una obligación del Estado y de los ciudadanos que habitan su territorio. No se trata simplemente, de acatar los postulados que establece la Constitución Nacional, sino de sentir en el alma, en la conciencia individual y colectiva la necesidad de identificarse con la nación y sus instituciones. Desde la llegada de la Revolución Bolivariana, Venezuela ha sido atacada con demasiado encono por sus enemigos. No han descansado en sus intentos por derrocar al Gobierno legítimamente constituido para apoderarse de sus riquezas naturales.

Hasta ahora, el imperio y sus lacayos han salido derrotados. Pero, resultan lamentables las posiciones asumidas por líderes de la denominada Mesa de la Unidad y sus correligionarios. Con argumentos enmascarados, se alían con quienes pretenden desestabilizar el país. No existe explicación alguna para justificar la grave situación del delito en frontera y asumir que en la práctica, el contrabando, el narcotráfico y el bachaqueo no afectan la economía nacional. Esto lo hace la MUD con mucha frecuencia.

Traidores a la patria, poco les importa la soberanía de Venezuela. Privan los intereses económicos sobre el sentido de pertenencia. Así, no pueden llamarse venezolanos quienes apoyan a las potencias extranjeras que buscan expoliar nuestros recursos naturales.

Igualmente, los que forman alianzas o apoyan con sus discursos las intromisiones de gobiernos foráneos. Aplicando una doble moral intentan legitimar denuncias infundadas que se hacen desde Colombia y Estados Unidos.

La soberanía nacional se defiende aún a costa de la vida. El respeto por la Nación, su territorio y sus instituciones está establecido en las convenciones internacionales. Por lo tanto, ningún gobierno puede inmiscuirse en los asuntos internos del país. La injerencia de EUA y su corte de vasallos debe ser rechazada y denunciada en los foros internacionales.

Venezuela es una nación libre, soberana, con una revolución que favorece la equidad entre sus ciudadanos.