2 Oct, 2015 | Nos comentaba Doña Elodia que el título del presente artículo podríamos asociarlo con otro decir popular, "Tú has visto chicharrón de costilla malo". Esto para referenciar el deseo de obtención de cosas buenas y fáciles. Ello lo podemos percibir en el ámbito politiquero: ¿A quién no le apetece un cargo o curul? Más ahora cuando nos preparamos para las elecciones parlamentarias nacionales. ¿A cuál dirigente no le gustaría ser diputado? Todo el que respira, aspira, pero el decir popular marca la orientación y el atajo, no hay cama pa’ tanta gente, cinco nada más.

Ahora bien, por aquello que, "no por mucho madrugar, amanece más temprano", algunos pensarán que estas elecciones no tienen nada que ver con futuros procesos electorales para otras instancias. Pero no es así, y el populacho lo enfrenta con otro decir, “el que madruga Dios lo ayuda”, por tal razón, la movida de las piezas para estos comicios están estratégicamente ligadas a las próximas elecciones de gobernadores. El actual barajeo de las cartas o revoleo de las fichas electorales obedece al interés supremo de la gobernación del estado, por eso, hay que madrugar para obtener aguas claras.

Descifrando las jugadas, tenemos que, "quien tenga más saliva comerá más harina", o lo que es lo mismo, quien tenga más recursos y poder obtendrá la bandera de su bando. En la MUD, el dueño del juego, sin duda, es Alfredito Díaz, quien por lo de "quien parte y reparte, le toca la mejor parte", ya repartió a Tobías, a Nano y a Rahal, esto le despeja la partida, ya que solo le queda por repartir o enfrentar a los Moreles, ejemplares duros de matar y amenazas constantes, a quienes gente del pueblo advierten, "no se rían de los ‘robles’ porque los vean desojados, que sus tallos están sembrados y pueden reverdecer".

En el equipo del gobierno, el chocolate se bate circular y de lado. El general Gobernador, jefe de la dulcería, tiene el batidor en sus manos, y lo mueve a su libre voluntad, sabe que si él quiere, es, sin oposición. El rumor de no querer, lo dudo. Si no quisiera, no habrían designado para una curul salidora a la Primera Dama. En el supuesto negado de no querer, el volador se le enredaría en el asta de la bandera roja: La tranquilidad de Fariña cuando lo dejaron fuera, "¿Qué será lo que quiere el Negro?". El aterrizaje forzoso de Dante en la Isla que tanto aterra a la obsesión compulsiva de Marisel por ser Gobernadora: se mastican pero no se tragan. Por el momento, nuestros caracoles nos dicen que la disputa por el palacio de gobierno de la avenida Simón Bolívar de La Asunción será entre Carlos Mata y Alfredo Díaz y para las parlamentarias se ve un 3x2 borroso.

Por ahora está bueno, hasta
el próximo Zaperoco.