3 Sep, 2015 | Cuando yo vi a Álvaro Uribe hablando por un megáfono al otro lado de la frontera se me fue el mundo y por un momento creí que aún ese man era el presidente colombiano. Lo vi por CNN y pienso que no debe ser muy decente lo que dijo porque el canal solo presentó las imágenes sin audio y con la cámara bien cerrada para que yo no supiera si había poca o mucha gente escuchándolo. Cuando recuperé el juicio me fui a la web a ver si encontraba algún resumen. Busqué en las redes sociales, consulté a compañeros de lectura, revisé titulares de prensa y nada. No pude saber con exactitud en calidad de qué vino Álvaro al borde. Lo que sí supe es que se fue por donde vino y los deportados se quedaron todos donde estaban.

Después vi al presidente de verdad hablando, igual en la frontera, no por un megáfono pero sí por CNN; y aunque habló maravillas de sus connacionales en desgracia, a lo cual sí le subió el volumen ese canal, también se fue por el mismo camino que lo trajo y no se llevó ni un solo paisano, al contrario, dijo que muchos de ellos tenían su vida hecha en Venezuela.

La ministro de Exteriores colombiana también estuvo en CNN, aunque no en la frontera, abogando por sus hermanos desterrados. Tampoco a ésta la escuché decirles en qué edificio de Bogotá los iban a reubicar y mas bien la oí argumentando que todos ellos habían dejado sus viviendas y parte de su familia aquí en Venezuela.

No lo he visto, pero no creo que tarde en presentarse el Felipe González con su club de expresidentes que anda por ahí a la deriva buscando de donde pegarse para echarse otro viajecito aunque sea hasta la frontera; y ese sí es verdad que aunque quisiera no va a poder llevarse ni un solo colombiano para España porque por allá la cosa como que no anda muy bien.

De maneras que vendrán, verán y hablarán un poco de pendejadas a la prensa pero al final los exiliados seguirán varados.

El que no creo que se atreva a venir y mucho menos a decir es al vocero de los gringos porque ese no es pendejo. Como ellos no saben muy bien dónde queda Venezuela ni mucho menos San Antonio, si se le ocurre exigir que abran la frontera se pueden confundir y abrir la de México y ahí sí sabrían los ilegales para dónde coger.

Por eso y muchas cosas más estoy a punto de creer que a los desterrados no los quieren mucho allá en su tierra, de maneras que van a tener que hablar con la doctora Polo a ver si a este "Caso Cerrado" le consigue solución.