A partir de las tres de la tarde comienzan a llegar los pescadores con sus cargamentos a playa Valdés. / Foto: DANIEL RAMÍREZ

29 Ago, 2015 | Pescar no es simplemente un oficio, es el arte que tienen los pescadores para lanzar sus redes en altamar y capturar variedad de especies marinas.

La mayoría de los hombres que se dedican a esta labor lo hacen porque desde muy niños les han inculcado en sus hogares esa pasión, que muchos expresan cuando hablan de sus actividades.

Pese a que en el mar que rodea a la isla de Margarita se pueden encontrar muchos peces, los pescadores salen de sus hogares a muy tempranas horas para emprender rumbo hacia otros sitios alejados de la región en busca de áreas de mayor abundancia de fauna marina.

Tal es el caso de Winston Salgado, quien se hallaba en playa Valdés al retorno de su faena del pasado jueves.

Contó que desde los siete años de edad se ha dedicado por completo a la pesca.

"Desde que estaba muy pequeño me inculcaron levantarme desde muy temprano para acompañar a mi padre a salir a pescar, hoy en día es lo que me permite llevar el alimento a mi hogar", sostuvo.

Durante la entrevista comentó que recién llegaba de pescar de la isla de Los Testigos, ubicada a una distancia de 80 kilómetros al noroeste de Margarita.

Salgado explicó que salió a las dos de la madrugada rumbo a ese archipiélago, acompañado de cuatro compañeros y regresó a las tres de la tarde.

"La salida a Los Testigos fue muy provechosa, logramos capturar 120 kilos de pescado".
Entre las especies recogidas figuran cazón, raya, jurel, carite y palometa.

"La raya y el cazón son los pescados que se consiguen con mayor frecuencia en todas las épocas del año, a diferencia del carite que es el más difícil de encontrar".

Mientras el equipo del diario Sol de Margarita conversaba con Salgado, él atendía como de costumbre a los caveros que llegan a diario a playa Valdés para comprar el pescado que se captura mar adentro.

Señaló que no solo suele pescar en Los Testigos, sino también frente al Morro de Puerto Santo, donde también se puede localizar variedad de peces.

Caveros

Una de las formas de hacer que el pescado llegue a toda la entidad y el país es a través del trabajo que realizan los caveros, quienes se encargan de comprar a los pescadores el producto de su faena para luego llevarlo al consumidor final.

Catalino García manifestó que todos los días viene hasta playa Juventud para negociar con los pescadores.

La mayor parte del producto lo distribuye en el mercado de Punda, en Porlamar, y el resto lo traslada a otras ciudades del país, como Barquisimeto, Caracas, Maracay, en donde hay buen mercado para el pescado fresco.

El jueves, García embarcaba en su cava 700 kilos de pulpo; 500 kilos de corocoro, medregal y raya; 300 de sierra, 120 de cachúa y 100 de cazón y pargo.

Ventas

El compartir con los pescadores de las playas Valdés y Juventud permitió conocer que además de los residentes en la región, los turistas hacen lugar en su visita para ir a la playa a negociar un buen pescado con estos trabajadores. Las especies más solicitados por los visitantes nacionales son el corocoro, el pargo, el cazón y la sierra.