Porlamar
28 de marzo de 2024





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Dos notas al margen de este fin de mayo
Una vez más hubimos de ver, abatidos y envueltos en tristeza y profunda melancolía, la desaparición de un ser querido. Fue para nosotros, esta brava mujer oriental, Nelly Russián de Oliveros, expresión franca y redundante de bondad generosa y expansiva, desprendimiento, amor a los humildes, laboriosa, y carácter tenaz.
Walter Castro Salerno | walterjosecastro@yahoo.es

30 May, 2015 | Reventones: Acéptese como rasgo o signo positivo del ser venezolano ese crecerse ante las adversidades. El venezolano, cualesquiera sean su rango en la escala social y la opulencia o debilidad de su fortuna, tiene inatajable tendencia a luchar contra los desafíos u obstáculos que se le presentan. Sea consecuencia de esa especie de polinización de los genes de etnias tan dispares –"somos un pequeño género humano" como nos definió el Libertador en ese tratado de sociología política que fue la "Carta de Jamaica"-, o acaso la ubicación en un ambiente natural agreste, duro, salvaje, le hizo fuerte para empinarse sobre la cima de las dificultades. Es posible también que semejante perfil se haya ido decantando y afirmándose a lo largo de las luchas por el progreso, la justicia, y la necesidad de equidad social y sea también común a todos los americanos. Sin embargo no debemos creer o suponer que tal virtud sea perenne y vaya derivando en una actitud de pasivo conformismo. No es así. Entiendo más bien que precisamente por aquella característica de bregador y guerrero el venezolano no se conforme con asentir y bajar sumisamente el lomo cada vez que se le plantean limitaciones e inconvenientes a su faenar para progresar y lograr mejoras en su condición. A tener en cuenta que no se trata, como algunos tontamente por allí imaginan y han dicho o escrito, que el venezolano se conduce siguiendo miméticamente patrones importados de exagerado consumismo. Eso revela una parte del problema. Pero no explica el hecho de que los reventones sociales se han originado en gran medida porque los sacrificios exigidos no son compartidos por todos.

Nelly Oliveros: Una vez más hubimos de ver, abatidos y envueltos en tristeza y profunda melancolía, la desaparición de un ser querido. Fue para nosotros, esta brava mujer oriental, Nelly Russián de Oliveros, expresión franca y redundante de bondad generosa y expansiva, desprendimiento, amor a los humildes, laboriosa, y carácter tenaz. Las reuniones de familiares y amigos en Miragua, en Playa El Agua, eran asambleas desbordantes de risa, discusión, afecto y solidaridad. Con su partida se va un paradigma de la mujer oriental venezolana precisamente en aquello que expresaba líneas arriba: la perseverancia en la lucha para el progreso y la justicia. Ese es su ejemplo.




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