El presidente de la Comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la AN rechazó esta medida por inviable. / Foto: CORTESÍA

27 May, 2015 | La dolarización de la industria automotriz podría pensarse como un salvavidas, ante la profundización de la crisis de las ensambladoras y el riesgo de que se pierdan miles de empleo; sin embargo, Gabriel Briceño Armas, presidente de la Asociación de Distribuidores de Vehículos del estado Nueva Esparta, aseguró que hay que sumar varios elementos para que esto tenga viabilidad.

Briceño alega que se debe cumplir un proceso legal para no incurrir en un ilícito, segundo es que quienes tengan acceso a estas divisas serán una minoría. "No es una política social, es una política dirigida a un pequeño grupo de ciudadanos que tienen cuentas en el extranjero, que han tenido la fortuna de ahorrar en divisas".

Para cumplir con esta dolarización, como lo propuso la Ford, los concesionarios tendrían que comprar las unidades en dólares a las ensambladoras y luego venderlos en dólares, porque no habría posibilidad de reconvertir la moneda, sobre todo con la fluctuación del mercado paralelo que es efervescente.

Esta alternativa pudiera ser un paliativo para que unos ciudadanos puedan adquirir vehículos, pero esto motivado a una coyuntura, Briceño advierte que esto no puede perdurar en el tiempo, porque la moneda de curso legal en Venezuela es el bolívar, y la economía en el país debe estar sustentada en este.

A juicio de este empresario, el gobierno debe buscar como solución a la problemática, diversificar la producción, que no es una política de corto plazo, pero que se logra con un estado de derecho que promueva la confianza y la estabilidad de la inversión, para generar empleo y llegar a unos niveles donde la producción no solo satisfaga las necesidades internas sino que permita exportar.