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Herederos de los viejos Cronistas de Indias asumen con orgullo su oficio
Al Celebrarse el pasado 20 de mayo el Día Internacional del Cronista, Alexis Marín Cheng diserto en Juan Griego. Al respecto."Como lo escribió Efraín Subero, ser cronista es un oficio antiguo y espontáneo que se remonta entre nosotros al siglo XVI".
Yanet Escalona

Foto:CORTESÍA

Día del Cronista. / Foto: CORTESÍA

24 May, 2015 | En sesión especial convocada por la municipalidad de Juan Griego, con motivo de celebrarse el pasado 20 de mayo el Día Nacional del Cronista, Alexis Marín Cheng disertó sobre este oficio y el quehacer de quienes han "heredado" la capacidad e intelecto de los viejos Cronistas de Indias, sobre todo en una Nueva Esparta llena de historia.

"Ser cronista es un oficio antiguo y espontáneo que se remonta entre nosotros al siglo XVI. Pero serlo en el mundo de hoy es mucho más complejo". Así lo asienta el doctor Efraín Subero en su columna "Garúa", aparecida en el Diario Sol de Margarita, al celebrarse en Margarita la XIX Convención Anual de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela.

En el mismo artículo, Subero señalaba que "Una de sus tareas prioritarias es la investigación y acopio de la documentación de la ciudad. Es decir, el diagnóstico, ubicación y catalogación de los documentos de interés colectivos. También debe adquirir conocimientos de los archivos y bibliotecas existentes que presten servicios públicos" (…) "ha de instaurar un servicio informativo eficiente que sirva no sólo a estudiosos y estudiantes, sino a cualquier interesado".

A esto el doctor Heraclio Narváez le agrega en su ensayo "Formación de Cronista, una necesidad": "El cronista debe estar al día, adecuarse a las exigencias de los nuevos tiempos, fortalecerse en la búsqueda del conocimiento, para dar cada día lo mejor de sí a los conciudadanos".

Documentación

En su documentada pieza oratoria, la cual se publica en su totalidad en la edición digital de este diario (www.elsoldemargarita.com.ve), Marín Cheng se remonta a los tiempos de los Cronistas de Indias, y menciona la labor sucesiva de quienes han asumido tal compromiso a lo largo de las vivencias insulares, quienes si bien se marcharon rumbo a la inmortalidad, "con sus ejecutorias, siempre estarán presentes en el sentimiento colectivo", aseveró.

Indicó que, en efecto, son los herederos de los viejos Cronistas de Indias, como son vistos con "La Mirada Real Maravillosa", de Ángel Félix Gómez. Especial mención hace "Felito" de Juan de Castellanos, considerado como el primer cronista de las islas que hoy integran el estado Nueva Esparta, testigo de la catástrofe de Cubagua, el 25 de diciembre de 1541, del paso obligado de los cubagüenses a Margarita para asentarse en el valle de San Juan Bautista, y quien de avanzada edad, escribe "Elegías de Varones Ilustres de Indias".

También destaca Fray Pedro de Aguado, quien en su obra conocida con el título "Recopilación Historial de Venezuela", refiere la llegada de Lope de Aguirre a Margarita en 1561. Fray Pedro Simón deja en su obra "Noticias Historiales de Venezuela", referencias puntuales sobre Margarita, y Antonio Valdés de Espinoza, quien recorrió casi toda América, incluso Margarita en 1629 y escribe su obra "Compendio y descripción de las Indias occidentales".

Además de los cronistas y viajeros de Indias, aparecen los obispos y gobernantes. Otro viajero es Charles Brown, quien llega a Juan Griego en 1819, como miembro de la Legión Británica, al servicio de la independencia, y en su libro "Narraciones de dos expedicionarios británicos de la Independencia", habla de la hospitalidad margariteña, cuando contagiado de la fiebre amarilla, epidemia que diezmó a los legionarios, es cuidado por una negra anciana de Santa Ana del Norte.

DISCURSO DE ORDEN DIA NACIONAL DEL CRONISTA

Alexis Marín Cheng

Es un honor y como todo honor, una gran responsabilidad que asumo complacido de que la Asociación de Cronistas Oficiales del Estado Nueva Esparta, haya escogido mi palabra para este acto, en el que hoy, 20 de mayo de 2015, la Alcaldía y el Concejo del Municipio Marcano, honran con esta Sesión Especial conjunta, a los Cronistas neoespartanos con motivo de su Día Nacional; fecha institucionalizada por la Asociación Nacional de Cronistas de Venezuela desde el año 1986, en conmemoración al nacimiento en 1895, del valenciano Enrique Bernardo Núñez, primer Cronista Oficial nombrado en Venezuela, en razón de una Ordenanza de la Municipalidad de Caracas con fecha 15 de enero de 1945, con base a la significación histórica de este personaje en el arte de la crónica, el periodismo y de la historia en nuestro país.

Hoy a 29 años de celebrar la labor y el oficio de ese industrioso investigador de los hechos menudos del terruño y habitad local, vamos a dedicar estas palabras al Dr. Ángel Félix Gómez y a la maestra Esther Quijada de González, por todo el bien que han hecho y continuarán haciendo a su tierra natal.

El 13 de marzo próximo pasado se cumplieron 4 años de la despedida del Dr. Ángel Félix Gómez, Cronista Oficial del Municipio Marcano. La noticia de su muerte se convirtió en un dolor general por el afecto y agradecimiento que cada quien, a su manera, tiene por el gran cronista, y aún sin superar la pérdida de quien tanto tenía por obsequiar, diez meses después, el 9 de enero de 2012 deja de existir, al lado de sus hijos, en Juan Griego, la Cronista Esther Quijada de González, la maestra que siempre estuvo rodeada de multitudes que con admiración y respeto oían sus palabras cargadas de optimismo y enseñanzas. Estos dos recordatorios, tan sensibles para la cultura margariteña, tanto más doloroso para mí que siempre encontré en "Felito" la motivación de investigar y divulgar, y en la maestra Esther, la disposición permanente de revisar y corregir mis trabajos, desde que me inicié en la tarea de investigador histórico, de allí, como buen alumno agradecido, mi eterno reconocimiento.

Por eso, cuando celebramos el Día Nacional del Cronista, digo sin equivocarme, que el nombre del Dr. Ángel Félix Gómez y el de la maestra Esther Quijada de González, no serán olvidados en el presente ni en el porvenir. Su recuerdo se mantendrá vivo por las enseñanzas y por sus libros, a los que necesariamente habrá que recurrir todo aquel que quiera conocer verdaderamente a Nueva Esparta.

Sus nombres siempre tendrán lugar distinguido en el panteón donde también mora la figura de Francisco Lárez Granado, "El Poeta del Mar" y primer Cronista Oficial de Margarita; el maestro Jesús Manuel Subero, quien lo reemplaza y a su vez primer Cronista del Municipio Mariño; el doctor Erasmo Quijada, primer Cronista Oficial del Municipio Antolín del Campo, del cual fue redactor de los estudios jurídicos para su elevación a Municipio Autónomo; el poeta Felipe Natera Wanderlinder, primer Cronista Oficial de Santa Ana del Norte y después del Municipio Gómez, fundador de la revista y el programa de radio "Margariteñerías"; el profesor Julio Villarroel, primer Cronista Oficial de La Asunción y fundador del movimiento Coral en Nueva Esparta; José Joaquín Salazar Franco "Cheguaco", primer Cronista Oficial de Tacarigua, escritor apasionado por las costumbres y el folclor insular; Valentín Millán, primer Cronista Oficial de Guayancancito, además fue promotor cultural, deportivo, religioso y social; el poeta Rosauro Rosa Acosta, primer Cronista Oficial de Pampatar; y de Margarita, a la muerte del maestro Jesús Manuel Subero; Nicanor Navarro, primer Cronista Oficial de Los Robles y es quien reemplaza al poeta Rosauro Rosa Acosta, como Cronista de Margarita; Luis José Gómez Salazar, poeta y escritor, Cronista Oficial de Punta de Piedras, en el Municipio Tubores, que tuvo en Dolores Lolo Vásquez su cronista, aunque nunca oficializado por el Concejo Municipal; así como la poetisa Nicolasita Figueroa, y el escritor Rómulo Quijada Rojas, Cronista Oficial de La Vecindad, creador de concursos literarios para niños; Ellos se marcharon rumbo hacia la inmortalidad, pues con sus ejecutorias, siempre estarán presentes en el sentimiento colectivo, como herederos de los viejos Cronistas de Indias, iniciadores de la crónica en nuestras islas, y a quienes, visto con "La Mirada Real Maravillosa", del Doctor Ángel Félix Gómez, son los siguientes: Juan de Castellanos, considerado como el primer cronista de la islas que hoy integran el estado Nueva Esparta, testigo tanto de la catástrofe de Cubagua, el 25 de diciembre de 1541, como del paso obligado de los cubagüenses a Margarita para asentarse en el valle de San Juan Bautista, y quien ya a avanzada edad, describe en sus "Elegías de Varones Ilustres de Indias"; aunque sin embargo, antes estuvo en Margarita el Padre Bautista de Reina, a quien en realidad si le corresponde el título del primer cronista de nuestra isla. Otro Cronista de Indias fue Gonzalo Fernando de Oviedo y Valdés, quien de sus viajes deja una obra titulada "Historia General y Natural de Indias, islas y tierra firme del mar océano”. También Fray Pedro de Aguado, quien en su obra hoy conocida con el título "Recopilación Historial de Venezuela", refiere la llegada de Lope de Aguirre a Margarita en 1561. Fray Pedro Simón, deja en su obra "Noticias Historiales de Venezuela", referencias puntuales sobre Margarita, y Antonio Valdés de Espinoza, este cronista recorrió casi toda América, incluso Margarita en 1629 y como resultado de sus viajes, escribe su obra “Compendio y descripción de las Indias occidentales".

Además de los cronistas y viajeros de Indias que hicieron referencia a nuestras islas, aparecen los obispos y gobernantes de Margarita, durante la época de la colonia, quienes aún sin ser cronistas propiamente dicho, sus resultas y constituciones de las visitas pastorales y las informaciones de los gobernantes, arrojan datos, no solamente de los aspectos religiosos de la isla, sino también de las costumbres, tradiciones y aspectos relevantes de su cultura. El primero en venir fue Rodríguez de Bastidas, en 1571; y en 1759 el Obispo Don Pedro Martínez de Oneca. Pero también es importante como crónica el informe del Gobernador de Margarita Alonso del Río y Castro, fechado en La Asunción el 1º de noviembre de 1760, Durante los siglos XVIII y XIX, llegan a Margarita una serie de viajeros que dejaron escritas en sus libros verdaderas crónicas sobre aspectos de nuestra isla. Son ellos, Fray Iñigo de Abad, quien entre mayo y agosto de 1777, recorre toda la isla, incluso Macanao, y hace descripciones de sus principales poblaciones, algunas especies de la flora margariteña y de su geografía. El Sabio alemán Alejandro de Humbolt, que si bien no pisa tierra margariteña en su viaje a Venezuela en 1799, si estuvo en Coche donde fondeó la nave "Pizarro". En su obra “Viajes a las regiones equinocciales al Nuevo Continente”, entre otras informaciones, señala aspectos geográficos de Margarita y refiere sobre la punta de La Galera, llamada así a causa del bajel de Colón que había fondeado en esos parajes. En 1807 llega a Margarita Dauxión Lavaysse (Dosion Laves), este viajero y científico francés, recoge en un libro titulado "Viajes a las islas de Trinidad, Tobago, Margarita y a diversas partes de la América Meridional", una interesante visión de la Margarita de aquellos días; aporta datos sobre el origen y poblamiento de Juan Griego, y se sorprende al encontrar en La Galera a dos paisanos suyos: Juan Dubaín y Juan Deyán . El primer apellido muy arraigado en Juan Griego, y en el sector Bella Vista de Porlamar, con el tiempo derivó en el que hoy se conoce como "Dubén" o "Duvén". Por su parte el Deyán, es el tronco común de la familia del mismo apellido, principalmente radicada en Los Hatos. Otro viajero es Charles Brown, quien llega a Juan Griego en 1819, como miembro de la Legión Británica, al servicio de la independencia, y en su libro "Narraciones de dos expedicionarios británicos de la Independencia", da cuenta sobre la hospitalidad margariteña, cuando contagiado de la fiebre amarilla, epidemia que diezmó a los legionarios, es cuidado por una negra anciana de Santa Ana del Norte, (…) “Aquella criatura humana no abrigaba la esperanza de una recompensa por su bondad ejemplar, me procuró varias comodidades, y me atendió con solicitud maternal. De sus desvelos incesantes y de cuidado eficaz, guardaré siempre agradecida memoria. También nos da una dantesca visión de Juan Griego de 1819, donde todavía los muertos del 8 de agosto de 1817, continuaban insepultos (…) Los huesos, mezclados con los de los realistas, se ven ahora al pie del Fuerte, y alcanzan una cifra global de 700 u 800 esqueletos. Alexander Alexander, fue otro de los expedicionarios ingleses llegados a Margarita en 1819. De los hombres margariteños señala en su autobiografía, la cual, en dos volúmenes aparece en Londres en 1830: (…) “Debo reconocer que eran la gente más dedicada a su causa que jamás haya yo visto, bravos hasta la temeridad y sin preocuparse por privaciones en la causa patriótica. No dudo que habrían muerto hasta el último hombre antes de rendirse al enemigo”. De las mujeres afirma: “Fuertes y perseverantes por naturaleza, hasta las mujeres más pobres llevan desconcertantes cargas de pescados, de melones, de sandías, y otros productos en cestas colgadas de la cabeza a la manera india. Otros rasgos de la identidad margariteña de esos días nos dejó Alexander Alexander, cuando señala: “Los habitantes son notablemente sobrios y abstemios, tanto que nunca vi ni uno solo de ellos borrachos (…) Sobre los hábitos alimenticios y la picardía innata del margariteño, nos deja estas amenas líneas “Son tan aficionados al pescado, que los habitantes de las partes montañosas vienen a la playa a comprarlo, los mares de la isla ofrecen gran abundancia y variedad tanto de mariscos como de pescados, todos de los cuales los nativos comen, con excepción de la anguillas que odian y las llaman serpientes y demonios creyendo que son venenosas, sin embargo cuando descubrieron que los británicos las comían, las capturaban y se las vendían. Sobre el viejo problema del hombre insular como es el juego, Alexander Alexander, deja escrito para su estudio: (…)”Son aficionados al juego a menudo se reúnen en gran número para este fin, en días predeterminados, cuando pasan muchas horas dedicados al juego de cartas y otros juegos de azar dentro y fuera de las casas donde se hacen las reuniones; todo el tiempo solo toman guarapos y muy rara vez alcohol, casi todos son tramposos, mentirosos y ladrones, y no se avergüenzan cuando se les descubre. De la manera de vivir el margariteño, dijo Alexander: (…) “Hay una mezcla de gentileza buenas maneras, y un rudo intento de limpieza” (…) “Al encontrarse se tratan siempre de muy buenas maneras sean extraños o sean amigos”.

En esta etapa de nuestro proceso independentista, logra gran figuración el Licenciado Gaspar Marcano, epónimo del municipio, quien perpetuaría su experiencia de primera mano en la Batalla de Matasiete con su libro “La Epopeya de Margarita”, exaltada hoy día, como la iniciadora del teatro en Venezuela, en la obra “Clásicos del Teatro Venezolano”, publicado en el 2015, la cual, a criterio de su autor Leonardo Asparren Giménez, viene a ser la primera en la que hay una reivindicación en Venezuela como país independiente y marca el inicio del culto a Simón Bolívar y de la leyenda negra contra España y el periodo colonial. En ese mismo periodo el Licenciado Francisco Javier Yánes, de origen cubano pero egresado como abogado de la Universidad de Caracas, en 1807, se relaciona y convive intensamente con el pueblo margariteño en el proceso independentista y conoció de manera excepcional su particular modo de vida, suficiente para escribir su “Historia de Margarita”, cuya primera edición es de 1948, con las observaciones que a ella hace el propio General Francisco Esteban Gómez.

Una vez consolidada la independencia llegan a Margarita muchos viajeros y científicos, uno de ellos es Miguel María Lisboa, oriundo de Brasil quien arriba en 1852, por el puerto de Juan Griego, y en su libro, aparecido en 1865, deja esta descripción: (...) “Juan Griego tendrá mil almas de población pero lo que si causa sorpresa como en Cumaná, y aún más que allí, es la desproporción que hay entre el número de mujeres y el de hombres, habrá diez mujeres por cada hombre”. En 1873, llega a Margarita el científico Adolfo Ermst, interesado por la flora de la región insular, y es el primero en hacer una descripción científica de nuestras plantas. En total recolectó 242 especies y llama la atención que casi 70 de ellas, es decir el 30 por ciento de la recolección se hizo en Juan Griego, y en sus alrededores.

Después de Gaspar Marcano, será Eduardo Ortega, quien es considerado como el cronista margariteño del siglo XIX y principio del siglo XX, con su obra “El Centón”, extraviada antes de ser publicada y donde recogió acontecimientos del periodo republicano, nuestras guerras intestinas del siglo XIX y de pestes y calamidades sufridas por el pueblo insular. Luego vendría el tiempo del distinguido maestro Napoleón Narváez, quien deja una importante obra escrita en Porlamar, en donde nace el escritor, músico, poeta y compositor Antonio Deffitt Martínez, Mario Salazar y Pedro Celestino Vásquez y Vásquez . El recuerdo del maestro Víctor Aumaitre Villarroel, con sus crónicas escritas desde Santa Ana del Norte, tierra también del escritor Heraclio Narváez Alfonso, José Jesús Salazar y de Monseñor Andrés Márquez Gómez. En Pampatar Rodrigo Ordaz Indriago, Efraín Subero; y Bernardo Acosta; En Juan Griego el escritor y compositor Miguel Delpino, su cronista sentimental, el escritor y periodista Ramón Borra Gómez, y José Lino Quijada, al lado, en Las Piedras, Nicolás Jesús Salazar; el “maestro Benito”; y un poco más allá Prisco León Quijada, cronista popular de Los Millanes.

Como vemos ser Cronista es un oficio antiguo y espontaneo que se remonta entre nosotros al siglo XVI. Pero serlo en el mundo de hoy es mucho más complejo, así lo asienta el doctor Efraín Subero en su columna “Garúa”, aparecida en el Diario “Sol de Margarita”, con ocasión a la celebración en la isla de la XIX Convención Anual de la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela, en la que más adelante señala (…) “un cronista que aspira cumplir cabalmente sus funciones debe satisfacer una serie de exigencias. Buena reputación, indiscutible trayectoria intelectual, y formación adecuada. Una de sus tareas prioritarias es la investigación y acopio de la documentación de la ciudad. Es decir el diagnostico, ubicación y catalogación de los documentos de interés colectivos. También debe adquirir conocimientos de los archivos y bibliotecas existentes que presten servicios públicos” (…) “ha de instaurar un servicio informativo eficiente que sirva no solo a estudiosos y estudiantes, sino a cualquier interesado” (…) “ejercer su positiva influencia en la preservación del casco histórico de su localidad y de sus monumentos característicos que le dan fisonomía propia. También debe prever la creación de museos apropiados que conserven el patrimonio cultural. Un cronista que merezca el título de tal, además de ser un investigador por lo tanto conocedor de metodología de la investigación, debe ser un biógrafo, lo que entraña dominar la técnica bibliográfica y la Historia de la Bibliografía, por cuanto esto le permitirá conocer los repositorios bibliográficos. También le son necesario conocimientos de archivología y bibliotecología”. Por lo demás, el Cronista tiene que crear conciencia en su comunidad de la historia y los valores locales en todas las disciplinas del saber humano, Y para ello necesita también ser escritor. Tiene que escribir crónicas. A esto el doctor Heraclio Narváez le agrega en su ensayo “Formación de Cronista una necesidad”: “El cronista debe estar al día, adecuarse a las exigencias de los nuevos tiempos, fortalecerse en la búsqueda del conocimiento, para dar cada día lo mejor de sí a los conciudadanos. Para ello debe despojarse del odio sin razón, del rencor, de la parcialidad política, y de otras bajezas humanas y debe apropiarse de todo aquello que le haga crecer como persona, lo haga más productivo, más creativo y más humano.

En eso andamos los cronistas de Nueva Esparta, pese a los grandes obstáculos que no es el momento referir, y quienes aun con la importancia, y el auge adquirido en los últimos tiempos, no tienen un ingreso cónsono con su labor , no cuentan con una oficina con espacio para biblioteca y archivo, un presupuesto para su funcionamiento, y mucho menos, lo suficiente para cubrir los gastos mínimos de su oficio, son ellos en orden alfabético: Erwin Murguey Marín, Cronista del Municipio Mariño, escritor, historiador, director de diversos grupos culturales y quien, hoy día, engrosa su extensa bibliografía con su nueva obra “Palabras ciertas”; Euro Omar Gil, Cronista de Tacarigua, periodista e investigador de larga trayectoria. Sus crónicas se registran en distintos medios de comunicación entre ellos el periódico “Cívico”, y “Bahía”, que edita en Tacarigua, y en Juan Griego, respectivamente, como en la Revista “Insularidades”. Actualmente indaga sobre rasgos indigenistas de la Tacarigua de Margarita para su libro “Intentos de recuentros sobre tiempos indígenas de mi pueblo”; Evarísto Marín, Cronista de Pedro González, población a la que dedica sus crónicas en su aquilatada trayectoria como periodista en diarios regionales y nacionales; y en su obra “Personajes de mi Claraboya”, donde cuenta la verdadera historia de “María Pancha”; Heraclio José Narváez, Cronista del Municipio Península de Macanao, escritor, investigador histórico. Presidente de la Asociación de Cronistas del estado Nueva Esparta. Desde el 2014 Presidente de la Asociación de Cronistas Oficiales del Oriente de Venezuela. Tiene varias obras publicadas y actualmente lleva adelante la aplicación de su proyecto “Formación de Cronistas Escolares, un modelo sustentado en la educación”; José Millán, Cronista de la Guardia, Licenciado en Historia por la Universidad Central de Venezuela, tiene publicada varias obras sobre historia patria y el acontecer del pueblo de La Guardia y su historia; Jesús Ortíz, Municipio Tubores, Licenciado en Educación Integral, mención Ciencias Sociales y Magister en Historia Regional de Venezuela. Es profesor universitario y entre sus obras tiene publicado el libro “Visión Geohistórica de Punta de Piedras”; Luis Marcano Boadas, Cronista del Municipio Arismendi, periodista, escritor e investigador histórico, autor de amenas crónicas que publica a través de su columna “Palingadas”, de grata recordación. No hay quien haya investigado sobre el cultivo de la caña de azúcar y la elaboración del ron en Margarita, como él; Marino Luna, Cronista del Municipio Maneiro, escritor y asiduo columnista en la prensa local, de Carúpano y Puerto La Cruz, donde trata el tema costumbrista con escritos que van de lo seminarrativo a lo reivindicativo; Ramón Fernández, Cronista Municipio Villalba, docente de larga trayectoria en planteles educacionales de su isla natal; Regulo Felipe Hernández Cedeño, Cronista del Municipio García, y de Margarita. Economista que lucha contra el olvido de los hechos y personajes que definen la identidad margariteña, a través de sus crónicas recogidas en periódicos y libros, como el recientemente publicado, intitulado “Palabras amigas”; Ricardo Moya, Cronista del Antolín del Campo, reconocido historiador de fructífera labor universitaria. Actualmente trabaja sobre la actualización de su libro aspectos geográficos del municipio, del que escribe el libro “Mitos y Leyendas del Municipio Antolín del Campo”; Santiago Amparan, Cronista de Santa Ana del Norte, a cuyo esfuerzo se debe el mantenimiento de la revista y el programa de radio “Margariteñerías” con crónicas y referencias de temas del ayer y de hoy; Verni Salazar, Cronista del Municipio Díaz. Educador de larga trayectoria que ha dedicado grandes esfuerzos como miembro y coordinador de interesantes proyectos educativos. Su lucha por la margariteñidad, se percibe a través de los diferentes medios de comunicación, especialmente las redes sociales; Carlos Villalba Luna, Cronista del Caserío Espinoza, que incluye los dos Atamos, periodista, abogado, investigador histórico y profesor de la Universidad de Margarita (UNIMAR) desde donde viene desarrollando una interesante labor de preservación de la identidad insular que recoge en artículos periodísticos.

Todos ellos y este servidor integramos la Asociación de Cronistas Oficiales del estado Nueva Esparta, presidida por Heraclio Narváez, que a lo largo de su existencia, se ha venido enriqueciendo con la presencia de los miembros honorarios, lo cual ha dado un carácter incluyente a esta asociación gremial, son ellos: Carlos Sthor, Cronista Grafico de Margarita, sus ilustraciones y crónicas recogen gran parte de las tradiciones y de los personajes de Margarita publicadas en periódico, revistas y sus libros; Pablo Ramírez, Cronista de la Universidad de Oriente, Biólogo con extensa bibliografía científica y humanística que dice mucho de su gran trabajo de investigador científico, histórico y social; Rafael Lunar, Cronista de la Universidad de Oriente Núcleo Nueva Esparta. Doctor en Historia con solida formación académica que ha puesto al servicio del estudiantado margariteño. Escribe para varias revistas y es el director ejecutivo de la Revista On Line “Cultura en Línea”, del Centro de Hotelería y Turismo de la Universidad de Oriente. Jorge Guilarte Marcano, Cronista de El Piache, Caserío del hoy Municipio García donde recoge estampas y tradiciones que registra en sus escritos y poemas; Jesús Eduardo Marín Marín, Cronista Militar, ha investigado y publicado sobre los próceres Antonio Díaz y Manuel Fermín, a él se le debe el nombre del Apostadero Naval, “Dimas Paublini Guevara”, en Boca de Río; Heriberto Lunar, geógrafo, especialista en la investigación y aprendizaje de los toponímicos. Su investigación en los Archivos de Indias, en Sevilla España, lo conduce al esclarecimiento del hundimiento del “San Pedro Alcántara”, buque insignia del invasor Pablo Morillo, que trabaja para su próximo libro; y Pedro Bellorín Caraballo, “Pedrito” o el “Catedrático”, de gran carisma y poseedor de vasto conocimiento que viene difundiendo en su largo trajinar en los periódicos del oriente del país, la radio, la televisión y su paso como Cronista Oficial del Municipio Antolín del Campo, ha sido el último en ingresar a la Asociación de Cronista del estado Nueva Esparta, y quienes sin haber sido nombrados por alguna municipalidad, nacieron para ser cronistas.

Los hay maestros jubilados, artistas plásticos, modestos cronistas de pueblos, autodidactas de la historia, archiveros; así como egresados de las escuelas de historia, antropólogos, abogados, escritores, magister, y calificados profesionales, quienes sin ser Cronistas Oficiales y no pertenecer a la Asociación de Cronistas, escriben en íntima relación a las competencias del cronista, especialmente la crónica periodística. Me permito nombrar algunos de ellos: el escritor Jesús Rafael Cedeño “Campito”, quien cultiva la crónica, con su constante hurgar en los archivos del imaginario popular, y se ha convertido en la memoria de las vivencias de nuestros pueblos insulares; Carlos Mujica “Marunga”, con sus anecdotarios ha despertado el interés por lo nuestro, a través, de personajes que habían permanecido silenciados; Rómulo Cardona, editor de la Revista “Margarita en tus Manos”, ahora periodista, pero desde su época de liceísta, ya escribía crónicas margariteñas; Diógenes Rodríguez Mata, escritor, periodista y hombre de radio y televisión, quien por muchos años mantuvo en Telecaribe el programa “Oriente Nuestro” con el que recorrió los más remotos lugares del oriente del país para llevar a todos los televisores lo propio de nuestras raíces, y su potencial histórico y turístico, que ahora hace a través de su revista “Islamar”; el doctor Luis Rodríguez Gamero, preocupado por su pueblo mantiene en periódicos y revistas una constante presencia y sus libros es el esfuerzo por conservar la memoria y divulgar las costumbres de Los Millanes; el Licenciado Jesús Valerio, con sus libros “Personajes” y el periódico “Norte Franco”, ha recogido el acontecer de la ciudad crepuscular y de otros pueblos de la parte norte de la isla, y a la vez portal para que otros escriban, el profesor Rodolfo Marín, es uno de ellos, al profesor Eusebio Salazar con crónicas de su pueblo natal, Las Cabreras; también al señor Luis Fernández con su “Juan Griego al día”; y al Licenciado Marco Antonio Arias, ahora como editor de la Revista “Matices”. También son conocidas las crónicas del poeta y compositor Juan Lunar, mi viejo compañero de trabajo cuando me desempeñé como Juez del Distrito Marcano; el laureado escritor asuntino, Francisco Suniaga, quien ha traspasado las fronteras de la isla y ha llevado su obra a nivel nacional e internacional, la crónica periodística trabajada con maestría por Yaneth Escalona, en el Diario “El Sol”, con temas de actualidad, y para finalizar, el periodista Pedro Claver Cedeño, quien con sus crónicas ha visto surgir y desaparecer muchos medios de comunicación, pero siempre está presente con su crónica oportuna, además de la cronología de acontecimientos y personajes, que mantiene en el Diario “El Caribazo”, con su columna “Margarita en la Historia”.

Son cronistas y su trabajo merece ser valorado, porque la historia de los pueblos no ha sido contada toda, y los responsables de escribirla no son solo los cronistas oficiales de los municipios o los periodistas y escritores consagrados, todos debemos escribirla y contribuir a enriquecerla, más cuando la historia pasa de ser una lista de nombres ilustres, de próceres o semidioses, y de batallas.

La historia la hacemos todos los días y cronistas somos todos, lo importante es escribir y dejar constancia con ella.

“EL PUEBLO MISMO ES EL CRONISTA POR EXCELENCIA.”

Enrique Bernardo Núñez

Muchas Gracias!!!














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