2 May, 2015 | Así como la energía nuclear tiene utilización sana que ayuda al desarrollo de la humanidad, también puede causar muchas muertes destruyendo el medio ambiente y contaminando por muchos años la zona afectada. Igualmente en esa manía de usar la inteligencia sin cuidar los daños que se puedan causar, el capitalismo mundial especialmente el de Estados Unidos, tiene ahora una nueva técnica de producir gas y petróleo, causando un inmenso daño al subsuelo del planeta. Se aplica a 5.000 metros de profundidad mediante la perforación de un pozo vertical y posteriormente uno horizontal a fin de realizar la inyección de agua, arena y productos químicos en la roca madre, para provocar el flujo de gas y su consecuente salida al exterior.

El gobierno norteamericano a sabiendas del impacto ambiental ocasionado por el fracking, justifica el método con el argumento de eliminar la dependencia del crudo por parte de otros países. Dejando sin aclarar el otro objetivo y quizás el verdadero del fracking, que es el de su uso político para doblegar a los países productores. El desequilibrio alcanzado en el mercado mundial es histórico, situación difícil de alargarse por mucho tiempo debido al alto costo de producción del fracking. El desenlace está pronto a verse, aunque la OPEP y Venezuela son objetivos de los norteamericanos, indudablemente que la prioridad es causarle problemas a Rusia, en esta nueva guerra fría, buscan presionar al gobierno ruso para que no influya en los conflictos internacionales, tratando a la vez de debilitar la influencia económica del rubro ruso. De esa misma forma actúan contra Irán para que abandone su política nuclear con fines pacíficos. Toda una telaraña montada por el presidente Barack Obama, quien busca la gloria de convertirse en el mejor presidente de los EUA, con el orgullo de hacer historia racial al lograr ese objetivo en manos de un mandatario afroamericano. No ve para ningún lado, ni le importan las críticas, ya no va a la reelección. Golpea por igual a los propios estadounidenses que a las naciones del mundo. La implementación de las nuevas leyes de inmigración sin el apoyo del Congreso, demuestran su terquedad y hacen dudar de su espíritu democrático. El fracking como tal es una prueba de la poca importancia que la da al problema ambiental. Con el fracking pretende bajar los precios aunque sea de una manera mediática para coronarse como el mejor presidente de todos los tiempos.