Comunidad Francisco Mata Díaz. / Foto: STEPHANY OLDAN

1 Abr, 2015 | Agricultores afirmaron que tendrán cultivos de cebolla para los próximos meses en toda la zona de Hato Orinoco, municipio Tubores.

En el proceso de sembrar la cebolla, los plantadores se han tomado su tiempo, para que el producto sea exitoso, el primer paso es limpiar la tierra y simultáneamente ir haciendo los huecos donde van a injertar la hortaliza.

A su vez, deben ir despejando daños de cosechas que padecen enfermedades y están ubicadas cerca al lugar en el que van a implementar el nuevo fruto.

Dentro de los contaminantes usual destaca la cochinilla rosada del hibiscus.

La cochinilla rosada es una plaga exótica que afecta a más de 300 especies de vegetales como hortalizas, ornamentales, frutales, forestales y plantas silvestres. Su nombre científico es Maconellicoccus hirsutus.

Para acabar con la plaga hacen una fumigación y colocan cal agrícola. Se limitan mucho a la utilización de químicos, porque la idea es conservar un producto sano.

Es una organización, a la que deben visualizar todos los puntos, desde el caso del lugar, los alrededores, y estar pendiente desde que instalan las primeras siembras.

Para ello, Hernando García, dueño de un sembradío en el sector, declaró que el procedimiento de implantar cebolla lleva sus trucos, porque hay que dedicarle espacio, no es como el ají, melón o patilla.

"En las hortalizas siempre hay que dedicar más preocupación, el verano es fuertes y hay que estar regando para que haya liquido que las plantas absorber", dijo el trabajador de la tierra.

Relató que con todo y lo que tienen que hacer, difundir la cebolla en la zona es una buena opción en comparación con las frutas.

Hay frutas que tardan mucho en reproducirse, puede durar desde un año, dos años y hasta más, un ejemplo claro es la guayaba, la guanábana y el limón.

"Esas son matas que yo tengo en cosecha desde hace año y medio, estoy esperando den frutos ahorita a finales de año", expresó García.

Actualmente en la zona de plantación hay ají, plátano, cambur, melón, tomates, calabacín, lechosa, y pepino.

En melón un solo huerto posee 4 mil unidades, en tomates 800 plantas, pepino y calabacín 1.500 y los restantes alimentos entre 500 y 600 cultivos, que saldrán a la venta para mediados del mes de mayo.

En cebolla no han sacado la cantidad exacta a reproducir porque aún están la colocación completa del sistema. Los trabajadores de la tierra estipulan que para el mes de diciembre ya puedan ir los compradores a establecer ventas.

José Darío Castro, es empleado en uno de los huertos, y se encuentra emocionado por la pronta cosecha de melón que van a expulsar a mediados de mayo, dice que le costó mucho trabajo la implantación de la fruta por el sol fuerte que se refleja en las mañanas.

Por su parte, Santiago Villarroel, manifestó que el trabajo de la tierra es algo que lleva pasión y esfuerzo. Y ya tiene previsto en sus espacios donde va a colocar el sembrado de cebolla.