Porlamar
24 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






Cuando de radicalizar se trata
Implica, además, humildad. Dejar atrás la prepotencia, la actitud ofensiva, y totalitaria. Eso es fundamental para que su actitud se le crea honesta y no una mentira más.
Ángel Ciro Guerrero | angelcirog@hotmail.com

17 Abr, 2015 | Ha ofrecido Maduro radicalizarse. Garantiza imprimirle dinamismo a su revolución. Que está dormida e improductiva. Eso es cierto. Intenta, a dos años perdidos, caminar recto, pisando tierra y no sorteando nubes.

Radicalizar, que se sepa y acepte, quiere decir cambiar. Es decir, profundizar, renovar, cortar por lo sano, prometer y cumplir, decir verdades. Sin debilidades ni complacencias, excusas o incumplimientos.

Implica, además, humildad. Dejar atrás la prepotencia, la actitud ofensiva, y totalitaria. Eso es fundamental para que su actitud se le crea honesta y no una mentira más.

Ojalá que su promesa la concrete, rápido. Porque la crisis crece sin medida. Provocando mucho daño a cada vez más gente.

Y para que en su propósito Maduro quede bien alguna vez, por lo menos con su gente, que igual a la mitad opositora sufren las consecuencias de su desgobierno, nos permitimos anexarle a la larga lista, pero que no los olvide, algunos asuntos necesarios de ser radicalmente atacados hasta su total desaparición.

Entre los prioritarios, porque es el que con mayor saña está presente en su gestión y deshilacha el débil tejido que aún recubre la democracia, se encuentra la corrupción. En contra de ella es que Maduro debe radicalizarse frontalmente. Y como controla los poderes, pues ordenarle a la Fiscal se radicalice investigando a todos los señalados, aquí y afuera, para saber sí robaron o no los dineros públicos. Los tengan en Andorra, las Bahamas o debajo del colchón.

Sería asimismo positivo que Maduro radicalice su postura frente a Guyana que, a la brava, permite a la Exxon buscar petróleo en aguas esequibas. Nuestras desde que llegase Colón y lo serán por los siglos de los siglos.

Esto no quiere decir que vaya a la guerra, pero sí con mayor coraje a los tribunales. Igualmente, que deje el manejo de la economía en manos de quienes saben manejarla, regresando a los cuarteles a los que fracasaron porque no sabían cómo.

Indispensable, para que un Maduro radicalizado en positivo pueda cumplir su promesa sin ninguna clase de presiones, que Diosdado se desradicalice.

Quizás, entonces, el país ganaría alguito…




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES