Porlamar
16 de abril de 2024





EL TIEMPO EN MARGARITA 28°C






El ancla del pasado
Para darle piso a la posición mencionada, se señala que existe un supuesto derecho de intervención de un Estado en otro Estado en el caso de que se invoque violación de los derechos humanos.
Leopoldo Puchi / elepuchi@gmail.com

31 Mar, 2015 | Las elecciones parlamentarias serán definidas por los problemas de la gente en su vida cotidiana y no por los grandes temas políticos, como las acciones tomadas por Washington en relación a Venezuela. Sin embargo, evaluar la posición asumida por la oposición en este aspecto tiene importancia, porque expresa la visión política de ese sector en cuanto a la relación de Venezuela con otros Estados, un asunto de primer orden para cualquier nación.

La reciente orden ejecutiva del Gobierno de Estados Unidos ha sido considerada por los países suramericanos como una "amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención", por lo que han solicitado su derogatoria. Es una visión de Estado de una variedad de elites de signos políticos distintos, que se acogen a la normativa jurídica internacional que protege la condición de naciones independientes de sus países. La opinión de la dirigencia opositora venezolana es distinta a la del conjunto de los gobiernos suramericanos. En general, salvo excepciones, se le ha dado un respaldo a las medidas o se ha evadido un pronunciamiento claro. Una especie de ave rara en el paisaje.

El argumento que se ha dado para explicar esta conducta es que la presión extranjera estaría justificada por la manera en que el Gobierno de Nicolás Maduro actúa. Otros aceptan las medidas con el argumento de que EUA tendría "derecho" y de que sería una acción "soberana". Pero se trata de una excusa fútil, porque es obvio que congresistas o funcionarios que no han sido electos por los venezolanos no tienen derecho a decidir sobre Venezuela.

Para darle piso a la posición mencionada, se señala que existe un supuesto derecho de intervención de un Estado en otro Estado en el caso de que se invoque violación de los derechos humanos. Ahora, esto es falso y quien lo diga miente, porque no existe ninguna norma en el derecho internacional que lo permita. Solo en el caso específico de genocidio pudiera haber una intervención, y solo si es autorizada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. No es la situación.

Por otra parte, entre los que se niegan a cuestionar la intervención, hay quienes consideran que la modalidad escogida por Washington no es útil porque favorecería al Gobierno, al apoderarse éste de la bandera del nacionalismo. No cuestionan el fondo de la decisión, sino sus efectos colaterales en la dinámica electoral.

No es fácil comprender la razón de esta conducta de la oposición, aunque en mucho influye la polarización, que empuja a apoyar cualquier cosa que vaya contra el adversario, aún si perjudica al país. También habría que considerar el papel que todavía ejerce sobre nuestra elite política la vieja visión de subordinación al dispositivo geopolítico estadounidense heredada de la Guerra Fría. Hay quienes todavía hoy permanecen atados a esos moldes de pensamiento de otros tiempos.




Contenido relacionado












Locales | Sucesos | Afición Deportiva | Nacionales | Internacionales | Vida de Hoy | Gente Feliz | 50° Aniversario | Opinión


Nosotros | HISTORIA | MISIÓN, VISIÓN Y VALORES